En el bulevar de Sabana Grande parece haber abundado más el uso de disfraces que de tapabocas en el último día de carnaval. En fotografías difundidas por el periodista Román Camacho se observa que muchos ciudadanos no cumplían con las medidas de bioseguridad para prevenir el contagio de coronavirus.
Los días de flexibilización de la cuarentena, que comenzaron el lunes 8 de febrero, se extendieron hasta el martes 16 de febrero por decisión del régimen de Nicolás Maduro para que los ciudadanos, a pesar de que el reporte diario de casos de covid-19 ha seguido creciendo, pudieran disfrutar de los días de asueto.
En cualquiera de las imágenes publicadas por Camacho aparecen personas que no tienen puesto el tapabocas o lo llevan en el cuello, el mentón o por debajo de la nariz. Incluso los niños y los bebés, que llevaban disfraces de princesas y de funcionarios de la Fuerza de Acciones Especiales, tampoco estaban protegidos.
Tampoco guardaron el distanciamiento físico.
Los datos publicados por el régimen socialista señalan que en lo que va de año ha habido un aumento importante en el número de menores fallecidos por la pandemia, incluidos cuatro bebés y una adolescente de 17 años de edad.
El concurrido bulevar de Sabana Grande es uno de los puntos de Caracas en donde los ciudadanos, en los días de carnaval, se aglomeran para celebrar. Disfrazados o no, caminan, se arrojan papelillos y algunos grupos extremos echan agua o pintura. También se han reportado personas que aprovechan las vestimentas para refugiarse y cometer robos y agresiones.