Iván Simonovis, comisionado de seguridad del gobierno interino de Juan Guaidó, habló con Miami Mundo sobre su reunión con Donald Trump, presidente de Estados Unidos. Afirmó que el mandatario seguirá ayudando a Venezuela.
Simonovis indicó que durante el encuentro debatieron la amenaza que representa el régimen de Nicolás Maduro para la seguridad nacional. Además, coincidieron en que es necesario cortar todas las estrategias que pueda usar a su favor.
A propósito de unas elecciones en Venezuela, el comisionado comentó que es «ridículo» pensar que así se lograría un cambio en el país.
La carta de Simonovis a Trump:
“Soy libre gracias a Dios, al apoyo de mi familia, mi amigo Leopoldo López y al gobierno de los Estados Unidos. Soy un ejemplo de la flagrante opresión del régimen venezolano. Fui condenado a 30 años de prisión por hacer mi trabajo, salvar vidas. Pasé quince años en la cárcel.
Durante los primeros nueve años solo pude ver el sol durante treinta y tres días. No estoy aquí para hablar de mí. Estoy aquí para hablar de mi país. Hay más de 6 mil presos políticos o ciudadanos perseguidos. Entre 2014, 2019 y 2020 el régimen mató a casi trescientos ciudadanos durante las protestas cívicas y otras manifestaciones pacíficas.
4,5 millones de personas se han ido de Venezuela por una razón: sobreviven. Este régimen malvado no tiene límite. Después de trabajar durante 25 años con la policía de investigaciones criminales y otras agencias de aplicación de la ley, es mi responsabilidad hacerle saber que a mil doscientos kilómetros del estado de La Florida, se concentra la mayor cantidad de elementos nocivos. La mayor representación del crimen organizado, que después de destruir a Venezuela, ahora han comenzado el proceso de infectar la región latinoamericana.
Si no hacemos nada, este proceso continuará extendiéndose por todo el mundo. En Venezuela, hay dos Soleinami, Diosdado Cabello, miembro frustrado de las fuerzas armadas que crearon una estructura militar intrincada y corrupta para matar a cualquiera que se oponga al régimen. La otra persona es Tareck El Aissami. Un ciudadano sirio-venezolano con profundos vínculos con Hezbolá, que garantiza que el dinero que financia a todos los activistas criminales relacionados con esta mafia, continúe fluyendo.
Puedo garantizar con toda seguridad que Venezuela es hoy en día la empresa de lavado de dinero más grande del mundo. En Venezuela, el tumor socialista creció hace más de dos décadas, destruyendo toda la estructura económica y el tejido moral de su sociedad. Hay algunos daños irreversibles, pero todavía hay tiempo para salvar vidas. Por esta razón, le sugerí al presidente Guaidó que deberíamos hacer la transición de un papel defensivo y comenzar a jugar a la ofensiva. El país no puede soportar esto más.
Estados Unidos ha liderado en el pasado muchas campañas exitosas que han reducido la huella de los regímenes opresores. No tenemos forma de agradecerles a usted y a esta administración por todo el apoyo que han brindado durante estos tiempos oscuros. Pero ahora estamos pidiendo acelerar el proceso y cortar la línea de oxígeno, para finalmente terminar el tiempo de Maduro.
Salvar a Venezuela es salvar al mundo».