«Lo que yo hice en televisión no es otra cosa sino decir la verdad. Esto ha costado mi puesto de trabajo, pero me enorgullece saber que hasta el último minuto de mi tiempo en esa pantalla cumplí con mi deber ciudadano y durante todo el tiempo que estuve fui crítico, empático, incisivo, responsable, serio y veraz», dijo el comunicador social Seir Contreras a través de una serie de videos difundidos en redes sociales tras su despido de Globovisión.
La medida fue anunciada un día después de una discusión durante el programa matutino Primera Página, luego de que Ramón Magallanes, diputado a la Asamblea Nacional por el PSUV, esquivara ciertas preguntas, acusara a Contreras de desconocer la realidad del país e insistiera en que el periodista forma parte de un partido político opositor.
El comunicador fue contundente en su respuesta durante el programa de Globovisión y dejó claro que está al tanto de la situación de Venezuela desde su experiencia personal. Además, se refirió a la ineficiencia del Estado en materia de servicios básicos.
«Nuestro trabajo no obedece a intereses políticos. Repito, no estoy ligado a ninguna organización política, es un error que el diputado en cuestión y cualquier otro líder político intente vincularme con alguna organización política porque no lo estoy», dijo Contreras en uno de los videos.
La libertad de expresión y el caso de Contreras
El Colegio Nacional de Periodistas, seccional Caracas, denunció a través de un comunicado que con la medida de Globovisión se vulneraban los derechos laborales del periodista. Y alertó una vez más acerca de la violación de la libertad de expresión en Venezuela.
Contreras -quien afirmó ser crítico mientras estuvo en el programa- lamentó que su trabajo estuvo comprometido debido a la entrevista. «Es muy lamentable para un sistema que se hace llamar democrático, es muy lamentable para la libertad de expresión. Aquí se está violando el artículo 57 y 58 de la Constitución nacional, que establece la libertad de expresión, sin censura».
Indicó que su caso marca «un precedente en la historia de la comunicación política en Venezuela».
Añadió que las garantías de una sociedad democrática no están dadas, y consecuentemente tampoco para la comunicación en el país. «Son tiempos difíciles», expresó.
Y sobre la decisión del canal, Contreras afirmó que se trata de una orden «estrictamente política». «Por mis comentarios emitidos y por las preguntas incómodas que todos estos años hice durante el programa a los invitados políticos», manifestó.
«Hacía mi trabajo como lo venía haciendo»
El expresentador de Globovisión, canal que pertenece desde 2013 a Raúl Gorrín, aseguró que los medios de comunicación venezolanos están en deuda con la sociedad, con «los miles de trabajadores que en todo el país reclaman salarios y con las injusticias que, producto de la mala administración del gobierno actual, se realizan en nuestro país y perjudican a la población civil venezolana».
Luego dedicó una reflexión a sus colegas de Globovisión y de otros medios. Sugirió que su caso sirva como inspiración para seguir con su trabajo periodístico. «Por el pueblo venezolano, por la sociedad, la ciudadanía, por los valores democráticos, por los valores de la libertad, los valores de la democracia, por el amor incondicional hacia las luchas de nuestro pueblo», expresó.
Manifestó que por respeto al pueblo venezolano no podía decir que todo estaba bien, cuando no lo estaba.