El coordinador nacional de Voluntad Popular (VP), Leopoldo López, aceptó que mantuvo conversaciones con Samark López y otros funcionarios del gobierno de Nicolás Maduro, incluyendo al propio fiscal Tarek William Saab. Sin embargo, rechazó estar vinculado con el exministro de Petróleo, Tareck el Aissami, en la trama de corrupción de Pdvsa-Cripto.
«Sí, yo tuve comunicaciones con muchas personas del régimen. Sería interesante que saquen todas las conversaciones porque hay muchas personas que hoy están alineados en la estructura de poder de la dictadura, que también están, estuvieron y siguen estando, estoy seguro de eso, interesado en que se produzca el cambio en Venezuela», afirmó.
Enfatizó que «hemos estado siempre dispuestos a buscar espacio de conversación con quien sea que permita que se transite, se construya un puente hacia la transición a la democracia en Venezuela».
Aseguró haber hablado incluso con William Saab para explorar la salida de Maduro del poder, por lo que le acusó de montar una olla en su contra.
«Tarek William Saab, tú más que nadie sabes que también has tenido conversaciones para explorar la salida de Maduro. Muchos son los que lo han hecho y lo hacen dentro de la dictadura. Así que no te hagas el loco, montando una nueva olla en mi contra. A ti también te tienen grabado. Todo cae por su propio peso», acusó López en un mensaje en la red social X.
Indicó que cada quien es responsable de sus actos ante la justicia y resaltó que su principal interés es la búsqueda de la transición a la democracia.
Acusación contra Leopoldo López
En una rueda de prensa, Saab, titular del Ministerio Público, acusó este lunes a líderes opositores de estar vinculados a una supuesta «conspiración política».
Mostró conversaciones del empresario detenido por la trama de corrupción en Pdvsa, Samark López, quien en diferentes momentos habla con Leopoldo López, Julio Borges, Carlos Ocariz y Carlos Vecchio.
Según el fiscal chavista, El Aissami era «el jefe político» de esta supuesta conspiración, y su testaferro, Samark López, era un «enlace intermediario».