Romel Guzamana, diputado electo en 2015, denunció este domingo que la mayoría de los pueblos indígenas del país están desprotegidos frente a la pandemia del covid-19. Esto debido a que la mayoría de las comunidades no cuentan con el sistema de vacunación que se aplica en el resto del territorio ni con medios de prevención.
La Crisis Humanitaria Compleja también afecta a los pueblos indígenas quienes han abandonado sus tierras para poder salvar a sus familias.
Dip. @ROMELGUZAMANA: «Los pueblos indígenas no tienen acceso a las vacunas contra la #COVID19 en la mayoría de sus comunidades». pic.twitter.com/v9Klr35VVt
— Asamblea Nacional (@AsambleaVE) October 31, 2021
La denuncia se unió a otras expresadas por opositores desde que empezó la pandemia, en las que exigieron medios para evitar los contagios, así como medicamentos para combatir síntomas y atención para los casos confirmados.
En esta ocasión, el diputado indígena reclamó acceso a la vacunación para los pueblos originarios. Ya que la mayoría de comunidades autóctonas -aseguró- no cuentan con un programa de inmunización.
Romel Guzamana acusó al gobierno de «acabar» con los indígenas
El opositor consideró que la falta de vacunas para este sector significa que el gobierno está «empeñado en vulnerar y acabar con los pueblos originarios».
Para Guzamana, quien se comprometió a seguir exigiendo el respeto a los derechos de las etnias originarias, la crisis humanitaria que atraviesa el país «ha puesto en riesgo la vida de las comunidades indígenas».
Venezuela ha acelerado el proceso de vacunación en el último mes. Esto con la llegada de varios lotes de Sputnik, Sinovac a través del mecanismo Covax, de la Organización Mundial de la Salud, y de Sinopharm.
Según datos oficiales, más del 56% de la población ha recibido la primera inyección contra el covid-19. Pero se desconoce el porcentaje con pauta completa, es decir, con las dos dosis que se requieren para considerar que una persona está inmunizada.
Nicolás Maduro aseguró que el país cuenta con vacunas suficientes para inyectar al 80% de la población. Aunque no precisó si se refiere, únicamente, a la primera dosis o a las dos necesarias para dar por concluida la inmunización.