El régimen de Nicolás Maduro renovó su acuerdo de cooperación con la Oficina de Derechos Humanos de la ONU que dirige la alta comisionada Michelle Bachelet, y aceptó que sus funcionarios en el país tengan una mayor autonomía jurídica.
Así lo reveló este lunes Bachelet al presentar una actualización oral de la situación en Venezuela en la sesión inaugural del Consejo de Derechos Humanos.
Indicó que el nuevo acuerdo permitirá desplegar un equipo de seis funcionarios en el país, frente a los dos que tiene actualmente, aunque la voluntad de Bachelet es establecer una verdadera oficina en Caracas.
Bachelet aseguró que el primer año del acuerdo permitió avanzar en la cooperación técnica, como la revisión de protocolos policiales sobre el uso de la fuerza o el compromiso asumido por el fiscal general de avanzar en la investigación de 58 presuntos casos de ejecuciones extrajudiciales por parte de las fuerzas de seguridad.
Ese ofrecimiento abarca también 35 casos de muertes durante protestas que la Oficina de Bachelet tiene debidamente documentados.
Por primera vez, los dos funcionarios de la Oficina de Derechos Humanos de la ONU pudieron entrevistar de forma confidencial a 39 detenidos vinculados a casos significativos, lo que Bachelet valoró como un salto cualitativo en la colaboración con las autoridades.
La alta comisionada pidió al régimen continuar con la liberación de todas las personas que han sido detenidas arbitrariamente, y expresó satisfacción por la liberación reciente de 110 personas.
Opinó que esta medida contribuye a la distensión política y a la apertura del espacio democrático.