Un grupo de mil milicianos se desplazará al estado fronterizo de Apure, donde, el pasado 21 de marzo estallaron combates con una banda de disidentes de las FARC.
El anuncio lo hizo el comandante del componente, Manuel Bernal Martínez. Explicó que será una «fuerza miliciana humanitaria de protección a las comunidades» de la región. Además, dijo que estará coordinada por el Ministerio de Defensa y el Comando Estratégico Operacional de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (Ceofanb).
«Defender la soberanía»
Indicó que los mil milicianos son voluntarios, están establecidos en 22 unidades. Estarán bajo el mando de un general de división, dos generales de brigada de la Milicia y cuatro oficiales superiores.
En 2020 hubo una reforma de las Fuerzas Armadas promovida por la polémica y hoy extinta asamblea nacional constituyente, que asumió de facto las funciones del Parlamento de mayoría opositora.
Esa reforma incluyó a la Milicia Nacional como un «componente especial» de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB). Esto 15 años después de haber sido conformada como fuerza complementaria de civiles armados, cuyos miembros son afectos al chavismo.
Nicolás Maduro explicó que la orden en Apure es la de «guerra del pueblo en defensa de la soberanía y de la tierra; la guerra contra grupos irregulares, delincuenciales, criminales y terroristas que vienen de Colombia».
Al respecto, subrayó que debe haber contra esas bandas una «guerra de todo el pueblo» en «unión cívico-militar-policial».
Además, aseguró que el modelo desarrollado durante los combates en Apure «sirve como enseñanza para defender el territorio ante grupos armados por el Comando Sur» de Estados Unidos y el gobierno colombiano, que considera que están detrás de esos ataques.
El 21 de marzo comenzaron combates entre militares de la FANB y miembros de un grupo armado que no ha sido identificado por fuentes oficiales ni castrenses, aunque han difundido fotos en las que puede verse uniformes incautados con las siglas y logos de la antigua guerrilla de las FARC.
En los enfrentamientos han fallecido 8 militares y 9 «terroristas». Mientras que unos 6.000 habitantes de la zona han tenido que desplazarse al vecino departamento colombiano de Arauca.