El régimen de Nicolás Maduro le dijo este viernes a la nueva presidenta de la Corte Internacional de Justicia (CIJ), Joan Donoghue, que no reconoce su jurisdicción para resolver la controversia territorial que mantiene con su país vecino Guyana, luego de que la jueza extendiera una invitación para tratar el tema.
«Venezuela reafirmó su posición histórica de no reconocimiento de la jurisdicción de la corte para conocer la controversia sobre la Guayana Esequiba», dijo la vicepresidenta del régimen, Delcy Rodríguez, al leer un comunicado luego de tener un encuentro virtual con Donoghe, nombrada en el cargo a inicios de este mes.
Cortesía del régimen de Maduro
Explicó que el régimen aceptó la invitación de la jueza por cortesía y no «como parte» en el procedimiento que inició el 18 de diciembre pasado cuando la CIJ se declaró competente para resolver la disputa sobre el territorio que también es conocido como Esequibo y que abarca 160.000 kilómetros cuadrados.
La declaración de la CIJ en diciembre pasado responde a una demanda de Guyana contra Venezuela que el régimen considera unilateral y que rechaza porque no ha otorgado su consentimiento para seguir un curso judicial.
En ese sentido, Rodríguez enfatizó a Donoghe que su país apela a «la vigencia del Acuerdo de Ginebra de 1966 para alcanzar un acuerdo práctico y satisfactorio para las partes mediante negociaciones amistosas».
«Venezuela expresó su preocupación por el apresuramiento no justificado en un procedimiento preliminar sobre un asunto secular de gran trascendencia en momentos muy duros en que toda la humanidad confronta una de las pandemias mas graves en más de un siglo», apuntó la oficialista al leer el comunicado.
Asimismo, denunció «la instigación y la debida intromisión de la dolosa ambición de las trasnacionales en esta controversia sobre tan basto territorio pleno de diversidad biológica y recursos naturales que amenaza la vida planetaria, la paz y la seguridad regional».
El régimen de Maduro llamó al secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres, para que se retomen las negociaciones entre Guyana y Venezuela y se resuelva la controversia que se agudizó en los últimos años tras el descubrimiento, en 2015, de yacimientos de petróleo en las aguas adyacentes a la zona en litigio.