La destrucción de 31.173 armas se dio a conocer este miércoles desde el Complejo Siderúrgico de Antímano, en Caracas. El Ministerio Público, que previamente las analizó, no aclaró a quién se las incautaron.
El viceministro de Interior, Justicia y Paz, Humberto Ramírez, aseguró en un acto transmitido por el canal estatal Venezolana de Televisión (VTV) que esta destrucción forma parte de las políticas públicas para garantizar la «paz y tranquilidad» de los venezolanos.
«Lo importante de esto es que las armas no las van a reciclar. No volverán a las manos de los delincuentes para cometer delitos», afirmó.
Ramírez explicó que, tras la incautación, todas las armas las sometieron a «experticias y analíticas» ordenadas por el Ministerio Público para «descartar si estaban involucradas en un hecho punible».
El director del Servicio Nacional para el Desarme (Senades), Carlos Rodríguez Rabán, manifestó que con el operativo se alcanza la cifra de 552.462 armas destruidas desde 2013.
«En presencia del Ministerio Público, con la Gran Misión Cuadrantes de Paz y la Fuerza Armada, vamos a proceder con el método de fragmentación a la destrucción definitiva de las armas del período 2020-2021», añadió.
Armas de largo alcance en barrios de Caracas
El sábado 12 de junio, la ministra de Interior, Justicia y Paz, Carmen Meléndez, informó sobre una operación policial en el sector popular La Vega, en el oeste de Caracas, escenario de tiroteos casi constantes desde hace semanas, con resultado de 38 personas detenidas.
Señaló que en el operativo participaron 1.420 agentes de la Policía Nacional Bolivariana en compañía de la Fiscalía «para garantizar todos los derechos humanos de todas las personas privadas de libertad».
«Podemos decir que fue una victoria contundente», opinó la ministra, quien detalló que dos funcionarios fueron heridos «sin mayores consecuencias».
Pero el lunes 14 de junio se registró otro tiroteo en la zona y el Colegio de Enfermería de la capital denunció la muerte de una enfermera por una bala perdida. Este nuevo enfrentamiento entre bandas del sector y agentes de seguridad dejó tres personas fallecidas a causa de balas perdidas por armas de largo alcance.
«Hoy, nuevamente la tragedia enluta al gremio de Enfermería del Distrito Capital. Producto de la violencia en la parroquia La Vega, pierde la vida trágicamente por una bala perdida la licenciada Yuraima Díaz Araujo, sostén de hogar conformado por dos pequeños hijos y su madre», escribió en Twitter el gremio.
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