Luis Eduardo Martínez, rector de la Universidad Tecnológica del Centro, manifestó que hay que valorar el esfuerzo que hacen los estudiantes con el apoyo de sus familias «para mantenerse en el proceso educativo en medio de la cuarentena».
Tras la declaratoria del estado de alarma todo el sistema educativo venezolano suspendió las clases presenciales e instruyó que todas las actividades se realizaran a distancia.
Esto implicó, dice Martínez, cambiar el formato y apelar a lo que se tiene a mano para convertir los hogares en espacios de enseñanza y aprendizaje, articulándose un complejo entramado de videoconferencias, plataformas, tareas y un sinfín de medios y dispositivos.
Pero el rector de la Unitec reconoce los problemas que tienen los estudiantes para recibir educación a distancia en el país.
«Nuestros estudiantes enfrentan problemas de falta de equipos, conectividad, confinamiento e incomunicación física con sus pares y profesores, ansiedad por el covid-19 mientras que muchas de sus familias atraviesan dificultades económicas. A la par, reconociendo el empeño y la entrega de profesores, una gran mayoría de ellos no estaban preparados ni contaban con las herramientas para el salto a la educación a distancia con lo que el aprendizaje se ha hecho en estas semanas más difícil», dijo Martínez.
Valoración del esfuerzo de los estudiantes
El rector de la Unitec informó que había remitido una comunicación al ministro de Educación Universitaria y a rectores de universidades venezolanas, en la cual propone que se le otorgue un peso de 25% de la calificación total a lo que denominó «la excepcionalidad» a los estudiantes al terminar el período académico en curso y que adicionalmente se permita al estudiante autoevaluarse con un peso de 5%.
«En una escala de 1 a 20, los docentes calificarían entre 7 y 20 porque los 6 primeros puntos se asignarían por excepcionalidad y autoevaluación», precisó.
Y añadió: «No podemos evaluar a distancia como se hace presencialmente y sería casi criminal que, replicando el último formato, lo que están dando nuestros estudiantes y familias sea recompensado con bajas calificaciones o, en modo popular, con un montón de raspados», finalizó el académico indicando que lo que ha propuesto para las universidades es extensible a los distintos niveles del sistema educativo.