El empresario colombiano Alex Saab, detenido en las últimas horas en Cabo Verde, África, es acusado de ser el testaferro de Nicolás Maduro, una función que ejercía a través de Group Grand Limited (GGL), señalada de vender al régimen alimentos a precios subsidiados para distribuir en sectores populares del país.
Tanto Saab como Maduro han sido acusados de utilizar los Comités Locales de Abastecimiento y Producción para ganar cientos de millones de dólares de manera ilícita.
Por eso el empresario nacido en Barranquilla y de origen libanés fue sancionado en julio de 2019 por el Departamento del Tesoro de Estados Unidos: todos sus bienes están congelados, así como los inmuebles que pudiera tener en ese país.
«Alex Saab se comprometió con los informantes de Maduro a dirigir una red de corrupción a gran escala que utilizaron cruelmente para explotar a la población hambrienta de Venezuela. El Departamento del Tesoro apunta a los que están detrás de los sofisticados esquemas de corrupción de Maduro, así como a la red global de compañías ficticias que se benefician del programa de distribución de alimentos controlado militarmente por el anterior régimen», explicó en ese entonces el secretario del Tesoro, Steven Mnuchin.
Hace tres años Saab negó todas las acusaciones en su contra y los vínculos con Maduro.
«No hago parte de la empresa vinculada a los alimentos. Y jamás hemos dado regalos ni comisiones a ningún miembro del gobierno ni al presidente por ninguna de las obras o proyectos que hemos realizado», dijo en entrevista para el diario colombiano El Tiempo.
«Trabajo desde los 18 años, comencé vendiendo artículos publicitarios a las más grandes empresas de Colombia y a los 19 inicié mi propia fábrica de diseño y confección de prendas de vestir. A los 22 años ya generaba 2.000 empleos. También exportaba mucho a Venezuela, Estados Unidos y México, entre otros. La actividad comercial la alternaba con la construcción de viviendas y edificios», explicó sobre cómo había acumulado su fortuna.
Pero dos años después se destapó su red de corrupción con los CLAP y fueron desenmascaradas sus declaraciones.
«La red de corrupción que opera el programa CLAP ha permitido a Maduro y a sus familiares robarle al pueblo venezolano. Utilizan los alimentos como una forma de control social, para recompensar a los partidarios políticos y castigar a los opositores, mientras se embolsan cientos de millones de dólares a través de una serie de esquemas fraudulentos», expresó Mnuchin al anunciar las sanciones.
Además, esta misma semana la Fiscalía General de Colombia embargó las propiedades de Saab en Barranquilla, valoradas en más de 9 millones de dólares.
Entre los bienes se encuentran una mansión valorada en 7,7 millones de dólares, una casa, un apartamento y tres garajes.
La Fiscalía colombiana explicó que estas posesiones serían parte del patrimonio ilícito que constituyó el empresario a través de operaciones financieras irregulares.
Se constató, indicó el organismo, que los bienes están a nombre de una sociedad que habría servido de fachada para ocultar el dinero obtenido por Saab a través de una empresa con la que realizó importaciones y exportaciones ficticias que representaron pérdidas para el gobierno de Colombia.
Pero la primera denuncia contra Saab la hizo el portal de investigación Armando.info: señaló al empresario de haber armado una red de lavado de activos que logró millonarios recursos por la exportación ficticia de alimentos a Venezuela.
El medio digital también reveló que en 2011 Saab firmó un contrato con el gobierno del fallecido presidente Hugo Chávez para proveer casas prefabricadas para el plan Misión Vivienda.
Posterior a esta denuncias, Saab estuvo desaparecido por largo tiempo hasta su detención en Cabo Verde.
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