El gobierno de Colombia no permitió la estadía del dirigente Juan Guaidó, quien había llegado el lunes a ese país para reunirse, a título personal, con las delegaciones de los países que participarán en la conferencia internacional sobre Venezuela, con la que se espera que el régimen de Nicolás Maduro ceda en condiciones democráticas para la presidencial y se levanten las sanciones internacionales contra el chavismo.
Mariano de Alba, especialista en Derecho Internacional, cree que el encuentro es solo un telón de fondo del gobierno de Gustavo Petro para tratar de acercar las posiciones entre Estados Unidos y Venezuela para que se avance ante la elección que debería realizarse el año próximo, y para la cual la oposición aún no tiene a un candidato definido.
Convencer a Maduro, lo crucial
“Lo más probable es que la conferencia exhorte al gobierno y a la oposición de Venezuela a que reinicien la negociación en México. Pero lo crucial es si Petro logra convencer a Maduro de que tiene que hacer concesiones político-electorales para que Estados Unidos flexibilice sanciones”, publicó el analista en su cuenta de Twitter.
El régimen venezolano ya se adelantó y reveló, de forma tajante y sin dejar un espacio que permita pensar en que aceptará condiciones democráticas, cuáles serán las cinco condiciones que presentará en la conferencia. Además del anhelado levantamiento de las sanciones, de la liberación de los activos protegidos por la oposición en el exterior y de la solicitud de la liberación del Alex Saab, el chavismo condiciona con dos puntos más.
Uno es el cese del supuesto “boicot” de Estados Unidos a las negociaciones, alegando que el proceso en México se detuvo por culpa de la oposición, y también, insólitamente, exige que se frene la investigación en la Corte Penal Internacional por los crímenes de lesa humanidad que se han cometido en Venezuela.
Jorge Rodríguez, presidente de la Asamblea Nacional electa en 2020, aseguró el lunes durante el programa Con Maduro + que el proceso que lleva el fiscal Karim Khan afecta a los “líderes más importantes” del chavismo, dejando así a un lado la justicia y la reparación de las víctimas de violaciones de los derechos humanos en el país.
“Es un evento de gran repercusión que centra el debate en Venezuela y que posiciona la figura de Petro como un articulador y un líder hemisférico que sale de las fronteras colombianas. Por eso ha puesto mucho esfuerzo y tiene los incentivos”, analizó la experta en en estrategia política Carmen Beatriz Fernández, en conversación con El Nacional.
Crecientes divisiones
De Alba destacó que la no participación de Voluntad Popular en la reunión que previamente sostuvo Gustavo Petro con la delegación que participa en la negociación con el chavismo en México, encabezada por Gerardo Blyde, confirma crecientes divisiones en la oposición, mientras avanza el tiempo y se acerca la fecha de la primaria en la que, se supone, saldrá el líder opositor que encarará, hasta ahora, a Nicolás Maduro.
“Pasa el tiempo y la oposición no está haciendo un esfuerzo para coordinarse, incluso en el marco de las primarias. Tiene que tratar de construir su propio poder de negociación. Si sigue dependiendo del poder de negociación de la comunidad internacional, continuará en desventaja”, advirtió el asesor sénior de la organización no gubernamental Crisis Group.
Entró “ilegalmente” a Colombia
La Cancillería de Colombia, poco después de que Guaidó anunció que estaba en territorio colombiano, publicó un escueto comunicado en el que dejó claro que el opositor no estaba invitado a la conferencia. En horas recientes, el presidente Petro aseguró que el expresidente interino de Venezuela entró a su país ilegalmente y aseguró que de haber ido por los canales regulares, le habría otorgado el asilo político.
“Simplemente entra con su pasaporte y pide asilo. Con mucho gusto se le hubiera ofrecido. No tiene por qué entrar ilegalmente al país. Se le ofreció el permiso de tránsito, no se le deportó de regreso a su país y con el permiso de Estados Unidos voló hacia ese país”, afirmó.
El mandatario añadió que un sector político pretendía perturbar el libre desarrollo de la conferencia internacional sobre Venezuela.
“La irrupción de Guaidó en este montaje es como ‘el pelo en la sopa’, como una visita no deseada y, ante esa visita no deseada, creo que la Cancillería reaccionó bastante mal, de una forma un tanto grosera, que no es lo usual. Me parece que la Cancillería colombiana perdió los papeles y cambió su estilo a uno más Benedetti que Leyva”, expresó Fernández.
“La diplomacia colombiana con Venezuela tiene dos estilos: el de Benedetti y el del canciller Leyva, que es mucho más ortodoxo en el sentido del lenguaje diplomático. Lo que hemos visto en estas últimas 24 horas ha sido el estilo Benedetti en la Cancillería, un estilo más tosco, más grotesco y emplea peor las formas”, dijo.
La experta subrayó que la acción de Guaidó provocó que los reflectores del evento se fijaran en él, un hecho que “debe de tener de muy mal humor” a Petro y a Maduro.