Ciudadanos del caserío Las Flores, en la carretera nacional Cumaná-Cumanacoa, denunciaron que no han sido tomados en cuenta luego de las inundaciones de julio, cuando se desbordó el río Manzanares.
Damnificados comentaron a NTA que han visto cómo pasa la ayuda hacia la capital del municipio Montes, pero ellos siguen a la espera de atención.
“Nosotros nada que ver, hemos dormido en el suelo y hamacas, ya que perdimos todo y para recuperarnos completamente llevará tiempo”, dijo uno de los afectados por la situación.
Según señalaron, han llegado desde cocinas, neveras y camas a Cumanacoa, pero el caserío sigue pagando las consecuencias de la tragedia.
Las Flores: comunidad que se levanta con sacrificio
Luego de la pérdida total de viviendas y el incumplimiento de promesas del gobierno, los vecinos han tenido que comprar sus cosas con gran sacrificio. “Dormíamos en el piso y el primer esfuerzo que tuvimos que hacer fue comprar colchones”, comentó otro de los perjudicados por las inundaciones.
Manifestaron que están cansados de invadir el espacio de familiares o amigos, que desde hace dos meses los han recibido. “No es fácil vivir en casa ajena o en un refugio”.
Personas de buen corazón en Cumanacoa
Detallaron que han recibido ayuda de personas de “buen corazón”, que han donado ropa, zapatos, comida, algunas sábanas y juguetes.
“De verdad agradecemos a esas personas que se tomaron el tiempo para venir hasta acá y ayudarnos”, expresó un vecino.
Hizo un llamado al gobernador del estado Sucre, Gilberto Pinto, para que visite el lugar y distribuyan equitativamente la ayuda.
“Vemos cómo pasan caravanas de ministros en camionetas de lujo, pero ninguno se detiene a ver cómo está la situación en este lugar”, señaló.