«Consideramos que el homicidio de (Ronald) Ojeda se trata de una operación de falsa bandera. Una operación que tenía como objetivo enturbiar las relaciones entre Chile y Venezuela, junto cuando ocurría un importantísimo acercamiento. Qué casualidad».
Esa fue la grave acusación que hizo el fiscal general Tarek William Saab sobre el secuestro y posterior asesinato del exteniente venezolano Ronald Ojeda, hecho ocurrido en marzo de este año en nuestro país.
Los dichos de la autoridad venezolana suponen un claro distanciamiento de la hipótesis que maneja la fiscalía chilena, que estima que el crimen fue planificado justamente desde Venezuela, y que de hecho allá se encontrarían dos de los principales sospechosos del caso.
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Pero, ¿de qué se trata una «operación de falsa bandera»?
Consiste en un ataque u operación encubierta ejecutada por gobiernos u otras organizaciones diseñadas para inculpar a otros gobiernos.
Estas operaciones suelen ser utilizadas para justificar diferentes situaciones, como actos de guerra, represión política o cualquier otra acción que requiera un argumento para la intervención.
El nombre se deriva del concepto militar de izar colores falsos, esto es, la bandera de un país diferente al propio. Los ataques terroristas en algunas ocasiones son operaciones de bandera falsa.
En ese sentido, la acusación de William Saab apunta a que agentes de inteligencia chileno habrían tenido injerencia en el crimen de Ojeda, con el propósito de afectar las relaciones entre ambos países y para enlodar la imagen internacional de Venezuela.
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«Fue una operación de falsa bandera, un falso positivo, donde pudieran estar involucrados agentes al servicio de una potencia extranjera y agentes de seguridad chilenos, incluso vinculadas a mafias que operan delictivamente dentro del territorio chileno. Tiene entonces la palabra la justicia chilena para que se haga efectiva la cooperación internacional que nosotros necesitamos para esclarecer este hecho», insistió el fiscal general venezolano.
Sin embargo, esta no es la primera vez que el régimen venezolano denuncia presuntas operaciones de «falsa bandera» en contra de su país.
Cuando en febrero del 2019 distintos países intentaron entregar ayuda humanitaria a Venezuela mediante su paso fronterizo con Cúcuta, lo que terminó en un acto frustrado, el régimen también acusó una presunta operación encubierta para dañar la imagen de Maduro.
Así lo dijo en ese entonces William Castillo, viceministro de Comunicación Internacional de Venezuela, quien afirmó que se trató de una «operación de propaganda, una operación de bandera falsa, donde se pretendió y en efecto se ejecutaron actos de violencia para culpabilizar al gobierno de Venezuela de estar impidiendo (el ingreso de ayuda humanitaria), cuando lo que se estaba haciendo realmente con actos violentos, con quemas, con ataques a la fuerza pública, con intento de atacar a civiles, producir un hecho impactante en la opinión publica que justificara el incremento de la agresión».
«A pesar del saldo que siempre es lamentable de personas heridas, podemos decir que eso ha sido minimizado, que el golpe y la operación de bandera falsa ha fracasado, y creo que ahora se abre un nuevo panorama», aseveró.