Antonio Ledezma cree en el diálogo, del que dijo es patrimonio de la humanidad, pero desconfía, eso sí, de sentarse a conversar con Nicolás Maduro, o con quien él designe. Señaló, en conversación con El Nacional, que, primero Hugo Chávez, y luego su designado sucesor, “no han honrado nunca los acuerdos suscritos”.
El exalcalde metropolitano le da la razón a quienes tienen recelos y dudas sobre la negociación en México. “Ojalá esta experiencia mexicana sea la excepción con los desencantos que produjeron los incumplimientos tanto de Chávez como de Maduro en los maratones de diálogo que se han protagonizado desde Venezuela”, indicó.
Ledezma advirtió que, en primer lugar, Maduro tiene el interés de ver cómo resuelve el problema de las sanciones “que, como bien se sabe, son individuales, no contra el Estado ni contra Venezuela, ni sus ciudadanos; son sanciones para caracterizar como narcotraficantes, terroristas, corruptos, criminales de lesa humanidad a quienes forman parte de los altos mandos del chavo-madurismo”.
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Las intenciones de Maduro, según Ledezma
“Maduro también va con la intención de que validen las instituciones, entre ellas el Tribunal Supremo de Justicia. En esta coyuntura tiene una gran angustia, dolores de cabeza que comparte con su camarilla, porque ya es un hecho cierto de dominio público que el caso Venezuela avanza en la Corte Penal Internacional”, dijo.
“Una manera que Maduro piensa para paralizar ese proceso es diciendo que en el país hay un poder autónomo, que hay tribunales independientes capaces de realizar los procesos judiciales para reivindicar a las víctimas de las torturas, de los crímenes y las violaciones y, en consecuencia, exigiría que la CPI dejara de lado la acción de complementariedad que le corresponde activar conforme al Estatuto de Roma”, agregó.
Ledezma aseguró que Maduro también intenta “liquidar lo que queda del gobierno interino, tomando como un hecho cierto que Juan Guaidó es el interlocutor que reconoce la comunidad internacional”.
Señaló que ya no le es suficiente infiltrar a la oposición: quiere seguir atomizando y generando más inconvenientes de los que ya existen en esa dirigencia opositora.
Finalmente, afirmó que Maduro quiere que todos estos factores políticos, Voluntad Popular, Primero Justicia, Acción Democrática y Un Nuevo Tiempo, participen en las elecciones, que llama “parapeto político”, pautadas para el 21 de noviembre.
¿Y la oposición?
Ledezma explicó que para la oposición es prioritario definir una fecha precisa para la realización de elecciones presidenciales libres. “Eso está por verse. Vamos a ver hasta dónde Maduro y quienes lo secundan tienen la voluntad de facilitar esta solución. La crisis de Venezuela no se va a resolver con unos contenedores de vacunas y de alimentos, aunque bastante falta hacen. Eso es un derecho humano, y eso tiene que resolverse”, manifestó.
Señaló asimismo que teme que Maduro trate de engañar a la comunidad internacional dando a entender que está tratando de resolver la crisis de Venezuela. “Seguramente se acordará de entregar vacunas, medicinas y alimentos, pero la verdadera solución no es una ayuda puntual sino apartar la piedra del camino que nos impide avanzar hacia la solución definitiva de esta catástrofe humanitaria. Esa piedra en el camino es la crisis institucional y política, cuyo causante fundamental es Maduro”, concluyó.