En el contexto de la ejecución del Programa de Conservación de la Cotorra Margariteña (Amazona barbadensis), que lleva a cabo la ONG ambientalista Provita en la isla de Margarita desde hace 31 años, se han plantado cerca de 8.000 árboles como parte del proyecto de restauración ecológica de bosques y matorrales secos de la península de Macanao. Con esto se pretende recuperar áreas degradadas como consecuencia de la explotación minera.
La restauración ecológica es una de las aristas del programa de conservación del psitácido que lleva adelante la ONG.
“Desde 2006 estamos trabajando en iniciativas de restauración ecológica y de reforestación. Hemos plantado 7.982 árboles con el propósito de mejorar el hábitat de la cotorra y de las diferentes especies animales que coexisten en el bosque seco de la península de Macanao”, explicó José Manuel Briceño, subdirector de Provita para Nueva Esparta.
La superficie reforestada representa aproximadamente 6,1 hectáreas. De los casi 8.000 árboles plantados gracias al proyecto de restauración ecológica en Macanao, 3.036 árboles correspondieron al año 2020.
Este programa de restauración ecológica promueve la siembra de árboles nativos del sector (guatapanare, durote, tarantán, cuica, cuchibano, yaque y palo sano) con el fin de recuperar el ecosistema afectado principalmente por la actividad de minería no metálica que se desarrolla en Macanao.
Por su parte, Luis Guevara, biólogo y analista de restauración de Provita, señaló que la restauración ecológica es un proceso complejo, pues no sólo es plantar árboles, es evaluar el clima, el suelo y definir las especies a restaurar.
El plan de restauración del bosque seco de Macanao fue elaborado por la doctora Laurie Fajardo, investigadora asociada de Provita y del Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas (IVIC).
Trabajo junto a la comunidad
Para la ejecución del proyecto la organización ambientalista estableció un total de ocho viveros forestales comunitarios que se encuentran ubicados en Boca del Río, El Horcón y San Francisco de Macanao, zonas adyacentes al Área de Conservación Comunitaria Chacaracual y quebrada La Chica, que fueron definidas para desarrollar la restauración.
“Con esto logramos involucrar a las comunidades, generar mayor sentido de pertenencia y conciencia de conservación del ambiente, a la vez que garantizamos plantas saludables, fuertes y bien cuidadas para cuando llegue la hora de llevarlas a su hábitat en las áreas degradadas, no sólo por la minería, sino también por la extracción de madera”, precisó Guevara.
En 2020, los responsables de Provita ajustaron el ritmo de las actividades por el impacto que representó las medidas de prevención por el covid-19 y las limitaciones de combustible en la isla de Margarita. Sin embargo, siguiendo los protocolos de bioseguridad se cumplió con la meta planteada y fueron sembrados 3.036 árboles.
Los representantes de Provita en la entidad insular hicieron un llamado a la colectividad neoespartana a sumar esfuerzos para la recuperación de estos espacios vitales para la región.