Todos los sectores de Puerto Ayacucho y San Fernando de Atabapo, en el estado Amazonas, permanecían ayer incomunicados aún y sus habitantes en emergencia, debido a las inundaciones del río Orinoco y las lluvias torrenciales, mientras que en la capital del estado Bolívar crecieron los afectados al ritmo de los niveles del afluente que sobrepasaron los 18 metros sobre el nivel del mar que anunciaron el alerta roja.
Muchas de las 6.895 familias reubicadas en 37 refugios repartidos en Puerto Ayacucho expresaron angustia. “No tienen comida suficiente ni medicamentos desde el viernes pasado, cuando se esperaba la llegada de altos funcionarios del gobierno para distribuir 14 toneladas de comida, 150 neveras y 150 lavadoras en esos refugios. La visita fue aplazada para ayer según anuncios, cuando vendría la vicepresidente Delcy Rodríguez, pero también la suspendieron. La gente está desesperada”, afirmó María Pirela, una de las habitantes de la ciudad.
Junto con el vicecónsul de Colombia, Germán Garavito, concejales tramitaban ayuda desde el otro lado de la frontera, “pero fue impedido el paso”, de acuerdo con el reporte, a pesar de la emergencia. Las comunicaciones eran prácticamente nulas y el único vuelo que llega a la entidad fue suspendido. Los envíos de ayuda a las familias que aún permanecen en sus casas rodeadas de agua, llegaban por la carretera de Bolívar con mucha dificultad y costos, debido a que la conexión con Apure seguía clausurada por las inundaciones.
Incomunicados en Táchira. Pobladores de La Florida, en el municipio Cárdenas, quedaron incomunicados luego de las fuertes lluvias que causaron 17 deslizamientos en un trayecto de poco más de 15 kilómetros. Wilmer Pérez, subdirector de Protección Civil en Táchira, informó que se registraron otros cinco grandes derrumbes en quebradas que atraviesan el lugar.
“Han quedado 1.000 familias incomunicadas, debido a que las quebradas obstaculizaron totalmente el paso de vehículos. Los puntos más críticos son Cuaja Piedra, La Honda, La Brava, La Gómez y el río Potosí. Esto causó pérdida total de la vialidad y los 17 deslizamientos se originaron por la saturación de los suelos”, dijo Pérez.
Hasta el momento no se ha registrado ningún caso que amerite la evacuación y movilización de algún florideño hacia centros hospitalarios. Sin embargo, hay comunicación constante ante cualquier contingencia. Sobre el suministro de gas doméstico, agua potable y algunos alimentos, el funcionario señaló que organismos civiles y militares, a través de los comités sectoriales, trataban de atender las necesidades.