Marcos Peñaloza-Murillo, profesor titular jubilado de la Facultad de Ciencias de la Universidad de Los Andes, propondrá que la Escuela de Medicina de esa casa de estudios lleve el nombre del beato José Gregorio Hernández.
Peñaloza-Murillo, también investigador del Departamento de Astronomía del Williams College, en Estados Unidos, anunció que dirigirá una comunicación a la directora, Francis Valero, y al Consejo de Escuela, firmada por otros profesores e investigadores que apoyan la idea.
La solicitud debe ser estudiada por la Escuela de Medicina y si es favorecida seguirá al Consejo de la Facultad de Medicina y de ahí al Consejo Universitario.
A continuación el texto completo de la comunicación:
De nuestra mayor consideración:
Es tradición de nuestra universidad autónoma nacional honrar y reconocer los méritos excepcionales de figuras estelares de su historia que se han destacado por su contribución a enaltecer los valores humanos, las virtudes humanas y la ciencia en la sociedad venezolana en diferentes épocas y circunstancias.
En el caso de las ciencias médicas existen diversos casos que sirven de ejemplos de esta tradición.
Tal es el caso de las dos escuelas de medicina de la Universidad Central de Venezuela cuyos epónimos corresponden, respectivamente, a los distinguidos médicos José María Vargas y Luis Razetti.
En el caso de la Universidad de Los Andes el núcleo universitario de Trujillo se ha usado para honrar con el nombre de Rafael Rangel, considerado el padre del Bioanálisis en Venezuela, y quien fuera alumno del Dr. José Gregorio Hernández en la Universidad Central de Venezuela, con su nombre. En el mencionado núcleo existe el centro de investigaciones parasitológicas que lleva el nombre del Dr. José Witremundo Torrealba. El núcleo universitario de Táchira lleva el nombre del insigne rector Dr. Pedro Rincón Gutiérrez además del núcleo universitario de La Hechicera que también lleva su nombre.
La reciente beatificación del denominado “médico de los pobres” y Siervo de Dios, Dr. José Gregorio Hernández, nos recuerda a una persona que, muriendo en el ejercicio de su profesión de médico, entregó su vida por enaltecer los valores humanos, las virtudes humanas y la ciencia con la profesión de médico. Oriundo de los Andes venezolanos y profesor universitario, el Beato Dr. José Gregorio Hernández se destacó como pionero en la educación superior universitaria. Así, el Beato Dr. José Gregorio Hernández, egresado de la Universidad Central de Venezuela con honores, creó el primer laboratorio científico de Venezuela y el primer laboratorio de fisiología experimental de Caracas. Fue especialista en microbiología, fisiología experimental, histología, bacteriología y microscopía siendo considerado el impulsor y pionero de la docencia científica. Además, fue individuo de número fundador de la Academia Nacional de Medicina y ocupó el sillón XXVIII de esta academia.
Entre sus publicaciones más destacadas podemos mencionar las siguientes:
– Sobre el número de los glóbulos rojos. Gac Méd Caracas. 1893-94;1(15):84.
– Sobre la angina de pecho de naturaleza paludosa. Gac Méd Caracas. 1984;1(21):129-131.
– Lecciones de bacteriología. Gac Méd Caracas. 1893-94;1(11):53-54, 1(14):77-78, 1(9):73-74, 1(5):42-43, 1(6):48-49, 1(18):107-108.
– Lesiones anatomo-patológicas de la pulmonía simple o crupal. Gac Méd Caracas. 1910, 17:147-149.
– De la nefritis en la fiebre amarilla. Gac Méd Caracas. 1910;17(3):17-19.
– Nota preliminar acerca del tratamiento de la tuberculosis por el aceite de chaulmoogra. Gac Méd Caracas. 1918;25(12):127.
Creó las cátedras de histología y bacteriología en primer año de medicina; la de fisiología experimental en segundo año y anatomía patológica práctica, dos cursos en tercer año. Dictó veintiún cursos universitarios más dos prácticos, duraban un año cada uno y los dictaba alternando las materias.
En 1912 incorporó la parasitología enseñándola con microscopios que trajo y otros instrumentos de laboratorio. A la muerte de su alumno y paisano Br. Rafael Rangel en 1909 fue nombrado Jefe del Laboratorio del Hospital Vargas hasta su muerte en 1919. Junto a Inocente Carvallo dictó en forma privada y sin remuneración clases de medicina en el Colegio Villavicencio. Entre 1915 y 1917 cuando se reabre la Universidad Central con nuevas normas y cátedras, se realizaron cursos paralelos dictándose cursos alternos. Viajó a Estados Unidos en 1917 a estudiar algunas nuevas técnicas de bacteriología. En Madrid estuvo con Ramón y Cajal, regresó en 1918 y fue el primero en mostrar la toma de la tensión arterial en sus alumnos. Ejerció la medicina privada en su tiempo libre y contaba con un consultorio en su propia casa; las consultas las realizaban al mediodía, no se tiene suficiente bien la estadística de esta actividad, pero se tienen recabadas unas 7 000 recetas hasta la fecha.
Podríamos seguir refiriéndonos a más méritos y sacrificios del Beato Dr. José Gregorio Hernández que lo hacen merecedor de un reconocimiento por parte de la Universidad de Los Andes considerando que uno de sus alumnos, que desafortunadamente no llegó a graduarse de médico, ya lo ha recibido.
En particular, por todo lo anteriormente expuesto, nosotros los abajo firmantes de la presente comunicación solicitamos al honorable Consejo de la Escuela de Medicina de la Facultad de Medicina de la ilustre y bicentenaria Universidad de Los Andes que esta escuela de medicina adopte como epónimo, de ahora en adelante, el nombre de José Gregorio Hernández, siguiendo el ejemplo de las dos escuelas de medicina de la Universidad Central de Venezuela.