El cardenal Baltazar Porras presentó el miércoles al monseñor Juan Carlos Bravo Salazar como obispo de la nueva Diócesis de Petare, en el estado Miranda.
“Petare es como un símbolo no solo para Venezuela, sino también para el mundo entero de todo lo que es la pobreza, la violencia y la forma de vida. Pero creo también que es un enorme símbolo del dinamismo que tiene esta iglesia de Petare porque todo el mundo habla de lo cariñosa y cercana que es la gente, de las multitudes que convocan, de todas las actividades y el dinamismo religioso, que es impresionante”, dijo Bravo Salazar.
La ceremonia se hizo en la Iglesia Nuestra Preciosísima Sangre de la urbanización Santa Eduvigis, en Caracas. Se desarrolló días después de que el papa Francisco nombrara al monseñor, quien se desempeñaba como obispo de la Diócesis de Acarigua-Araure.
El primer obispo de Petare nació el 3 de enero de 1965, en el estado Sucre. Ingresó en la Fraternidad de los Padres Operarios Diocesanos y estudió Filosofía en el Seminario Santa Rosa de Lima, en Caracas.
Estudió Teología en el Seminario St. Tomas de la Arquidiócesis de St. Paul and Minneapolis, en Estados Unidos, además de hacer distintos cursos, entre ellos el de Sagrada Escritura en Jerusalén, reseñó el Vatican News.
Bravo Salazar fue ordenado diácono el 8 de junio de 1992 y sacerdote el 28 de noviembre del mismo año, en la Arquidiócesis de Guayana.
El 10 de agosto de 2015 el papa Francisco lo nombró Obispo de Acarigua-Araure. Actualmente se desempeña como presidente de la Comisión Episcopal de Laicos y ministerios.