La Policía de Perú detuvo a 36 personas en el búnker en el distrito Independencia donde se refugiaba Christopher Fuentes González, alias Maldito Cris, un delincuente venezolano ultimado hace dos semanas durante un enfrentamiento con las autoridades.
Un reporte de 24 Horas señala que el hombre, señalado por asesinar a cinco personas, y su novia Wanda del Valle, prófuga de la justicia, estuvieron alojados en ese sitio, que funciona como un prostíbulo y está ubicado cerca el lugar donde cayó el delincuente.
Durante el operativo, los oficiales capturaron a varios sujetos que tenían en su poder armas de fuego y granadas de guerra, reseñó el medio peruano La República. También rescataron a 10 jóvenes venezolanas víctimas de trata de personas, obligadas a mantener relaciones sexuales con los clientes del local.
“Se conocía que también aquí venía refugiándose en días anteriores el Maldito Cris. En este ambiente hay diversos cuartos que eran ocupados por ciudadanos extranjeros”, dijo a la prensa el oficial Marco Conde, jefe de la División de Robos de la Dirección de Investigación Criminal.
Buscan a la Bebecita del Crimen
La policía llegó a ese búnker, llamado Bunny Disco Bar, en busca de Wanda del Valle Bermúdez, conocida como la Bebecita del Crimen, quien era la novia de Maldito Cris. La mujer tendría cargos importantes por sus vínculos con los grupos criminales Los Gallegos y Los Llaneros del Sur, de las que Fuentes González era el líder.
Las autoridades creen que la delincuente se pintó el cabello para intentar despistarlas. La República indicó que la criminal se encargaba de la logística de esas organizaciones, como el suministro de armas o alquilar motos o locales que se usaban para la prostitución o como guarida.
“Estamos tratando de intervenir, también buscando a esta ciudadana extranjera. Y, así como nosotros, diversos organismos la están buscando y dentro de poco será capturada”, afirmó Conde.
Cremaron el cadáver del Maldito Cris
La madre del Maldito Cris, identificada como Keyes González Astudillo, de 42 años de edad, retiró el cadáver de su hijo y lo llevó a un cementerio para su cremación, pero no retiró las cenizas según un reporte del programa 24 Horas, de Panamericana TV.
Días antes, la mujer fue retenida por la policía cuando acudió a la morgue para reconocer el cuerpo del joven. Las autoridades determinaron que se encuentra en ese país de forma irregular y que en Venezuela cometió varios delitos, sin embargo, no pueden extraditarla porque las autoridades venezolanas no la habían reclamado.
Víctor Revoredo, jefe de Homicidios de la Policía Nacional de Perú, había informado que el cuerpo podría usarse para estudios científicos o ir a una fosa común. Pero González Astudillo, después de recibir la libertad, realizó los trámites correspondientes.
Un trabajador del crematorio explicó a la prensa que la familia estuvo presente durante la cremación, que duró aproximadamente dos horas.