VENEZUELA

Precandidatos presidenciales, bajo la sombra del Sebin y ataques de afectos al chavismo

por Avatar Estefani Brito

Los precandidatos presidenciales se preparan para iniciar la campaña electoral, de cara a la primaria opositora del 22 de octubre, bajo la sombra del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin) y los ataques de afectos al chavismo.

Al menos 14 aspirantes a la presidencia de la República formalizaron su inscripción ante la Comisión Nacional de Primaria (CNP) esta semana. Sin embargo, la mayoría de ellos habían anunciado su intención de participar en el proceso con meses de anticipación y se encuentran realizando recorridos por el interior del país, promoviendo sus candidaturas.

En los últimos meses, algunos de los precandidatos han denunciado mediante las redes sociales la persecución del Sebin, el amedrentamiento, el hostigamiento, las agresiones de grupos afectos al oficialismo y la prohibición del libre tránsito de las que han sido víctimas en el marco de sus giras.

Para algunos de ellos se ha vuelto habitual contar con el «acompañamiento» de funcionarios del Sebin en las distintas actividades políticas que realizan durante sus visitas regionales.

En carretera, los dirigentes opositores son seguidos por los distintivos vehículos marca Toyota, modelos Tacoma, Corolla y Land Cruiser de sexta generación (conocidos como «Machito»); además, de los carros Chery Orinoco de la marca china Chery Automobile, que transitan sin matrículas automovilísticas que los identifiquen y con los vidrios polarizados que impiden ver quienes los ocupan.

«Yo no lo llamo acompañamiento, eso es persecución. Uno acompaña a la gente cuando es de manera voluntaria, no cuando es impuesto y no cuando es por parte de los órganos de represión del Estado», manifiesta a El Nacional Delsa Solórzano, candidata de Encuentro Ciudadano.

Incremento de la persecución

Solórzano denunció en sus redes sociales al menos dos hechos de persecución por parte del Sebin. El primero se registró a mediados de marzo, cuando se encontraba durante una gira por los estados Lara, Portuguesa y Trujillo. El segundo, se originó un mes después, el 16 de abril, cuando visitaba el estado Sucre, uno de los estados más peligrosos del país.

«Se ha incrementado la persecución notablemente y ya no es solamente el Sebin, han variado los órganos de persecución. Nosotros hemos notado, no con poca preocupación, que ahora también es la Dgcim (Dirección General de Contrainteligencia Militar), por ejemplo. Y, dependiendo del estado al que vas, se suman también las policías regionales, la DIP (División de Investigaciones Penales de la PNB) o la propia Guardia Nacional», señala.

Aunque la persecución contra Freddy Superlano, candidato por Voluntad Popular, se ha mantenido desde el 2014, en enero de este año se «intensificó». Esto, a raíz de una publicación que hizo el excandidato oficialista a la Gobernación de Barinas, Jorge Arreaza, acusándolo de promover el «facismo» por acompañar a los docentes en una protesta.

El 23 de enero de este año, Superlano denunció que una patrulla identificada con las siglas del Sebin se colocaba frente al preescolar de su hija de 5 años de edad. «La persecución se intensificó. Lo que era un carro, que era el que siempre nos mantenía bajo vigilancia, pasó a convertirse en un aparataje mucho más grande. Tenía patrullas en mi casa, en la casa de mi mamá y también en el preescolar de mi hija», expresa a El Nacional.

«Yo puedo entender, o puedo tolerar, que yo decidí vivir en este estado de zozobra, que fue una decisión que tomamos desde que decidimos enfrentarnos al régimen, pero una niña de 5 años no», apunta.

Un hecho «casi ordinario»

Pese a que no lo denuncian a diario, para los precandidatos la persecución se ha vuelto un hecho «casi ordinario». Contar con la presencia del Sebin es parte de la rutina del día a día, «aunque no deja de incomodar».

Los funcionarios los siguen durante sus jornadas, desde los hoteles en los que se hospedan hasta los distintos actos y actividades con los que tienen que cumplir. Si bien, al principio la persecución solía ser más discreta y se limitaba a la vigilancia desde los vehículos, ahora se introducen en los actos y caminatas de los precandidatos. En ocasiones, hasta se hacen pasar por militantes de los partidos políticos.

Esto, con el fin de grabar y tomar fotos de los candidatos y las personas que los acompañan. «Ellos toman fotos antes y después de empezar un evento. Funcionan también, de alguna manera, como órganos de información del programa del cavernícola de los miércoles en la noche«, dijo Solórzano, al referirse al programa «Con el mazo dando», de Diosdado Cabello, primer vicepresidente del PSUV.

Superlano resaltó que esta situación afecta al entorno en el que se desenvuelven debido al temor que su presencia genera en quienes los acompañan. Explica, por ejemplo, que hay comerciantes, productores y empresarios que temen reunirse con ellos debido a la persecución del Sebin.

«Nosotros hemos sacado de actos muchas veces a funcionarios. En eso sí he sido un poco más estricto. Cuando lo identificamos en una caminata en un sector muy popular de Ciudad Bolívar, les pedí respetuosamente que nos dejaran hacer la actividad, que su presencia amedrentaba y asustaba a la gente que estaba ahí», menciona.

Parte de la crisis

En el caso de Roberto Enríquez, candidato por Copei ODCA, quien estuvo durante cuatro años asilado en la Embajada de Chile en Venezuela, no ha tenido «ningún incidente» con los órganos de seguridad del Estado. Sin embargo, no descarta que en cualquier momento un nuevo escenario de persecución se pueda presentar.

«Ellos siempre marcan y siguen en las giras, pero yo no he tenido ningún incidente. Quizás se saciaron ya conmigo«, dice a El Nacional.

Pese al hostigamiento que causa el ser perseguido por funcionarios del Sebin y de otros órganos de seguridad, los precandidatos reconocen que la actitud de estos ha sido «respetuosa».

«Cada vez que puedo los enfrento, les pregunto por qué hacen eso y les indico que lo que hacen no es trabajo. Siempre señalan que están cumpliendo órdenes superiores y cosas como esas», señala Solórzano.

Además, en las pocas oportunidades que han tenido de intercambiar palabras, los funcionarios manifiestan ser parte de la crisis que vive el país, debido al poco salario que perciben y las condiciones en las que realizan su trabajo.

«Cuando estuve en Delta Amacuro, se me llegaron a presentar. Se pusieron a la orden, me dijeron que me iban a escoltar, que no era hostigamiento. Y así ha sido en varios estados», agrega Superlano, quien reconoce que aún en estas circunstancias «no dejas de sentirte hostigado».

Ataques oficialistas

La actitud de los afectos al oficialismo ha distado mucho de ser «respetuosa» en las distintas oportunidades que han tenido de enfrentarse a los precandidatos presidenciales.

En las pocas ocasiones que se han cruzado grupos oficialistas con dirigentes o militantes opositores, han habido gritos, insultos, golpes y hasta trifulcas.

Un escenario de trifulca fue el que vivió Carlos Prosperi, candidato de Acción Democrática, durante una visita al estado Trujillo a finales de enero del año en curso. El abanderado adeco, junto a su militancia, pretendía realizar un recorrido por la parroquia Sabana de Mendoza del municipio Sucre, cuando fue abordado por afectos al PSUV, quienes iniciaron la agresión contra los opositores.

Los oficialistas no solo abuchearon a los adecos, sino que también, les arrojaron piedras y huevos, hasta que, finalmente, ambos grupos se enfrentaron a golpes.

Prosperi dice no ser víctima de persecución por parte del Sebin, a diferencia de otros candidatos. Y aunque una de sus giras se vió afectada por un acto de violencia, opta por no darle relevancia a estos hechos y encomendarse a la protección de Dios.

Agresión física

Henrique Capriles, candidato de Primero Justicia, por su parte, ha sufrido ataques oficialistas en el último mes. El primer episodio se generó a finales de mayo, cuando realizaba un recorrido en Los Teques, estado Miranda. La actividad fue interrumpida por los gritos y consignas enardecidas de militantes oficialistas contra el líder opositor.

El segundo acto de violencia lo vivió el 2 de junio durante una visita a Valencia, estado Carabobo, cuando fue agredido físicamente por una mujer. En el audiovisual, publicado por el propio precandidato, se puede apreciar cómo una mujer afecta al oficialismo lo golpea, mientras es sacado del sector en el que se encontraba entre empujones e insultos.

Por este hecho, el aspirante de la tolda aurinegra responsabilizó al gobernador del estado Carabobo, Rafael Lacava. Sin embargo, pese a que la denuncia fue pública y contaba con evidencia del ataque sufrido, el fiscal general de la República, Tareck William Saab, no emitió ningún pronunciamiento al respecto.

Capriles aseguró que el PSUV no logrará callarlo, pese a sus intentos e indicó, además, que se mantendrá visitando las comunidades vulnerables.

«Yo voy a seguir visitando los barrios y las comunidades más pobres de nuestro país. Lo de ayer no nos va a parar. Sabemos quiénes están detrás de eso, y sabemos también que son minoría», manifestó un día después del último ataque.

Prohibición del libre tránsito

El 15 de junio, el precandidato de La Causa R, Andrés Velásquez, denunció la agresión de la que fue víctima María Corina Machado, candidata de Vente Venezuela, durante una visita al estado Cojedes.

En un video, se puede apreciar cómo se genera una trifulca entre los simpatizantes de Machado y un grupo de oficialistas, que intentaba impedir el paso de la camioneta en la que se trasladaba la candidata.

Hasta el momento, María Corina Machado sólo ha denunciado la prohibición al libre tránsito que ha sufrido en su recorrido por el país. En mayo, fue cerrada la ruta hacia El Piñal, en el estado Táchira, cuando se dirigía a una actividad prevista en su agenda.

El siguiente episodio se presentó el 20 de junio, cuando la candidata se enfrentó a funcionarios de la GNB, quienes intentaban retenerla en una alcabala mientras realizaba un recorrido en el interior del país. Afirmaba que la retención fue debido a una petición del Sebin, mientras se enfocaba en el video a dos hombres a bordo de una moto Kawasaki, modelo KLR 650, que la grababan con sus teléfonos celulares.

«El único que habilita es el pueblo»

Pese a estos hechos, la candidata del partido de la libertad aseguraba, tras su inscripción a la primaria, que la represión que ha sostenido al gobierno de Nicolás Maduro «está colapsando» porque los policías y militares «también tienen madres, esposas e hijos, y también están pasando hambre».

Además, aprovechó para responder a los rumores de una supuesta inhabilitación política que intentan imponerle para alejarla de la carrera presidencial.

«Yo no soy extorsionable. Han utilizado la inhabilitación como mecanismo de extorsión para meter presa a mucha gente honesta, para torturar a venezolanos civiles y militares a quienes les han construido expedientes falsos; eso tienen bajo la manga pretendiendo que con eso me van a extorsionar y se equivocan. A estas alturas de esta lucha, aquí el único que habilita es el pueblo de Venezuela y este es un proceso irreversible que avanza», expresó.

Los precandidatos presidenciales afirman que continuarán su lucha por un cambio político en el país a pesar de la persecución, hostigamiento, amedrentamiento y ataques de los que han sido víctimas.

«Al final del día, el miedo es a no poder liberar a Venezuela, a no poder darle a mi hijo un país libre. Ese es el único miedo», asevera Solórzano.

Ambiente de crispación

A juicio del politólogo Daniel Arias, las recientes declaraciones del expresidente estadounidense Donald Trump y la nueva Ley de Extinción de Dominio, aprobada por la Asamblea Nacional oficialista, crea un «ambiente de crispación total» en contra de la oposición venezolana.

Bajo un esquema de «defensa absoluta de la soberanía» y ante las acusaciones hacia los precandidatos de estar «bajo influencia de países injerencistas», Arias asegura que el Sebin y otros cuerpos de seguridad mantendrán un «severo control policiaco y de inteligencia» sobre los aspirantes presidenciales y sus comandos políticos.

Además, no descarta que se multipliquen los ataques físicos contra los opositores a medida que avance la campaña electoral. Esto, debido a la impunidad con la que se han manejado hasta el momento estos actos de violencia.

«En el marco ideológico y propagandístico que plantea el gobierno nacional no existe una competencia democrática, sino que es un problema de conspiradores contra patriotas. Por tal razón, no cabe la menor duda de que se van a presentar hechos desaforados de violencia física y verbal en algunas escalas en todo el país, especialmente si alcaldes y gobernadores quieren ganar créditos o puntos con el gobierno nacional o con la Jefatura Nacional del PSUV», enfatizó.