El presidente del TSJ, Maikel Moreno, asistió este 6 de diciembre a votar en las elecciones parlamentarias impulsadas por el régimen, acompañado de más escoltas que la cantidad de guardias que tenía el centro electoral.
Maikel Moreno, que sufragó en el colegio Andrés Bello, se bajó de una camioneta blanca rodeado de por lo menos seis guardaespaldas, todos con chalecos antibalas.
Estas elecciones han sido fuertemente criticadas por la comunidad internacional y la oposición venezolana. Aseguran que no existen las condiciones básicas para ser consideradas como libres.
La abstención, según la oposición, ha sido alta. Algo que algunos dirigentes del régimen han confirmado, pues incluso han llamado a buscar a las personas buscar “con cualquier método” a las personas que aún no habían votado.
“Es necesario que todos y todas nos despleguemos a partir de este momento en un centro electoral. Que nos vayamos al lugar donde está el punto de control de la UBCH, que nos sentemos con el compañero jefe de la UBCH, y agarremos nosotros mismos el reporte. Verifiquemos quién ha votado y los que no han ido a votar los empezamos a buscar de las distintas maneras y aplicando cualquier método. Apliquemos a partir de este momento un cuerpo a cuerpo empezando por la dirigencia”, Julio León Heredia, gobernador chavista del estado Yaracuy, en un audio difundido por el periodista Federico Black.
Asimismo, Jorge García Carneiro, dijo que la participación había sido precaria «precaria».
“A toda la estructura, a todos los patriotas de esta hermosa Venezuela, aquí estamos esperando que estimulen el voto. Acuérdense que todavía nos falta mucho por recorrer y estamos con precariedad. Así que aprieten, porque realmente no estamos conformes con los resultados hasta ahora”, dijo García Carneiro.
La jornada, al igual que en ocasiones pasadas, no estuvo exenta de agresiones por parte del régimen hacia los periodistas que la cubrieron. El Colegio Nacional de Periodistas alertó sobre 13 casos donde intimidaron, detuvieron, borraron material grabado y agredieron verbalmente a trabajadores de la prensa, impidiendo que cumplieran con su labor.