“Venezuela vive una de las peores crisis de derechos humanos de todo el hemisferio y quizás una de las peores de su propia historia”, aseguró Érika Guevara-Rosas, directora para Las Américas de Amnistía Internacional.
– ¿Qué le preocupa más de lo que ocurre en el país?
–Lo más dramático es que no vemos una salida. La negación de la existencia de esta crisis humanitaria por parte del presidente Maduro y por tanto su negativa a hacer una solicitud genuina de apoyo internacional para que la población pueda acceder a lo más mínimo y básico genera una situación de indefensión. Nos preocupa la presencia de grupos civiles armados que operan como paramilitares, con conocimiento de las autoridades. Nos preocupa el Plan Zamora que es armar a los civiles. Millones de personas están llegando a la desesperación.
– ¿Por qué cree que se ha llegado a estos extremos, si este es un gobierno que se califica de defensor de los desposeídos?
–Amnistía Internacional ha constatado que las violaciones a derechos humanos se dan en distintos grupos políticos. Se ha llegado a esto porque hay una falta absoluta de independencia entre los poderes del Estado, el sistema judicial está coartado por el Ejecutivo, y hay un Poder Legislativo, pero que prácticamente está anulado. Hay un incremento de la militarización como respuesta del Estado. El uso excesivo de la fuerza por parte de la policía genera terror en las calles, donde salir a manifestar es prácticamente una sentencia de muerte. Hay miedo, no se confía en la institucionalidad. Hay órganos que deberían ser autónomos, como la Defensoría del Pueblo, que están coartados por el Ejecutivo.
– ¿Cree que la OEA pueda lograr alguna salida a esta crisis?
–Es potestad de los Estados iniciar los procedimientos que consideren convenientes. Para nosotros lo primordial es la vida de la gente y si esto genera que la población pueda acceder a alimentos será bienvenido. Estamos en un proceso en el que muchos de los gobiernos están violentando los derechos humanos de las mayorías y esa falta de liderazgo trae una consecuencia muy nefasta para Venezuela. Tampoco hemos visto ofrecimientos concretos por parte de los Estados de la región y esto es muy decepcionante.
– ¿Qué le recomienda Amnistía Internacional al Estado?
–Amnistía Internacional sigue apostando a la institucionalidad. Pedimos al Estado que respete la independencia del sistema de justicia y que revoque la denuncia que ha hecho ante la Convención Americana para que pueda aceptar la competencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos. Hicimos pedidos al Poder Judicial para que investigue las graves violaciones a derechos humanos. Hemos exhortado a la Fiscalía de la República que tome las medidas para la liberación de quienes han sido detenidos arbitrariamente.
– ¿Qué parecer tienen sobre la actuación de la fiscal Luisa Ortega Díaz?
–Le entregamos el informe sobre detenciones arbitrarias y se comprometió a colaborar en la medida de sus capacidades y poderes. Confiamos en que haga un balance. Esperamos que pueda ir rectificando y reparando el daño ya hecho, evitando que la situación siga deteriorándose.