«Nuestro mensaje es claro. Es la democracia contra la dictadura, la lucha entre el mundo libre y la dictadura de Maduro, controlada completamente por el régimen cubano. Estamos tratando con un Estado criminal que está involucrado en tráfico de drogas, lavado de dinero y abuso de derechos humanos», indicó Carlos Vecchio, designado diplomático por Juan Guaidó en Estados Unidos.
Trabaja desde una oficina temporal en un edificio en la parte baja y concurrida de la capital estadounidense, y reiteró al diario The Washington Diplomat que la misión que asumió es la de desmantelar «el estado mafioso» en que se ha convertido Venezuela bajo el mando de Nicolás Maduro.
El encargado de negocios venezolano aseguró que el apoyo internacional para lograr un cambio político en el país ha sido y es un factor determinante en la actual situación política.
«Todos los países en el Grupo de Lima están conscientes de que Maduro es un presidente ilegítimo. América Latina juega un papel fundamental como nunca antes», señaló.
A pesar de que aún no posee credenciales diplomáticas, explicó que, en semanas, será realizada una ceremonia que lo certifique como diplomático ante la Casa Blanca.
«Esto no es una situación regular. (Los embajadores de Maduro) están desmantelando todas las sedes diplomáticas, pero necesitamos recuperarlo legalmente para tener un registro oficial que muestre como recibimos los activos y enseñarle al pueblo venezolano lo que hicieron», recalcó.
Vecchio cuenta, sin embargo, con una autorización para acceder a los activos y a la propiedad, en bancos estadounidenses, de Maduro, y realiza trámites para recuperar los activos de la estatal Petróleos de Venezuela (Pdvsa).
«Destruyeron Pdvsa, pero nosotros queremos abrir el sector petrolero a las inversiones privadas domésticas e internacionales. Necesitamos al sector privado, no hay manera de recuperarnos sin eso. De otro modo, el crudo permanecerá en el subsuelo, y la pobreza seguirá en las calles. Necesitamos crear ingresos, además de renegociar nuestra deuda externa, reabrir y reiniciar nuestra economía», acotó, y añadió que la deuda a los tenedores de bonos, calculada en 65 mil millones de dólares, solo podría ser cancelada con un cambio de gobierno.
El diplomático reiteró que el cambio político en el país es, a su juicio, irreversible. «Si Maduro quiere abandonar el país, estamos abiertos a discutirlo. Pero la opción de negociar su salida podría cerrarse en cualquier momento, y él lo sabe», aseveró.
Con información de The Washington Diplomat
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