En la Mesa de la Unidad Democrática aseguran que insistirán en la negociación iniciada en diciembre pasado con el gobierno, aunque no aceptarán buenas intenciones sin avances concretos. El presidente de la Comisión de Política Exterior de la AN, Luis Florido, dijo que en la mesa se han debatido los asuntos electorales, pero reiteró que no hay un saldo positivo hasta ahora.
“Hemos discutido el tema electoral, pero nosotros no podemos conformarnos con promesas”, subrayó Florido, miembro de la delegación opositora en República Dominicana. Coincidió con el ministro de Comunicación e Información, Jorge Rodríguez, en que los cancilleres garantes del proceso llevaron el planteamiento de que las elecciones presidenciales sean en el segundo semestre del año, como establece la Constitución.
“Se ha debatido el tema de las elecciones, pero no se ha acordado aún la fecha. Nuestra posición es que los comicios se convoquen con seis meses de antelación”, precisó.
Sostuvo que seguirán en el proceso luego de que el ministro Rodríguez aclarara las declaraciones del titular de Interior y Justicia, Néstor Reverol, que acusó a la oposición de una fuga de información que habría originado el operativo contra el inspector del Cicpc Oscar Pérez. Florido reiteró que este es un punto de honor para la MUD, así como la asistencia de los cancilleres de México y Chile, que el jueves no pudieron ir a la cita en Dominicana.
El diputado Enrique Márquez manifestó: “Esperamos que en las próximas reuniones haya más avances. Es un país que necesita buenas noticias”.
El canciller dominicano, Miguel Vargas, señaló que se trabaja para fijar una nueva cita: “Acordamos, con todas las partes, gobierno, cancilleres y oposición, dar continuidad al diálogo aquí en la República Dominicana. Las partes, los cancilleres y nosotros como país anfitrión garantizamos que el diálogo continuará”. Trascendió que la próxima reunión sería entre el 29 y el 30 de enero.
Garantías. Analistas políticos indicaron que la decisión de la MUD de no acudir al encuentro pautado para el jueves pasado en República Dominicana fue una jugada certera, que no significa un levantamiento de la mesa de negociación sino una respuesta estratégica ante las actuaciones y señalamientos de voceros del gobierno con respecto a la muerte de Oscar Pérez, tres días después de la primera reunión de este año.
Luis Vicente León, presidente de Datanálisis, explicó que la negativa de la oposición de continuar las conversaciones esta semana fue una estrategia racional. Considera que el momento era inmanejable e inadecuado, sobre todo por el costo político que les dejaría en caso de que los representantes de la oposición hubiesen acudido tras las situaciones que se presentaron esta semana.
Indicó que los procesos de negociación son largos, difíciles y tortuosos. Descartó que esas reuniones entre los representantes de los dos polos políticos del país den como resultado “la cabeza de Maduro”. Afirmó que el gobierno puede entregar “cosas”, que la oposición tiene que aprovechar para generar fisuras, trabajar y avanzar hacia un cambio político en un futuro.
El politólogo Fernando Espiritto indicó que la demanda principal de la oposición tiene que ser las garantías electorales, que contemplen la integración de un CNE equilibrado, la participación comicial de los venezolanos en el exterior, la observación internacional y una maquinaria electoral capaz de cuidar los votos en las mesas de votación. Cree que el gobierno no está dispuesto a ceder en esas áreas.
Señaló que la oposición debe agotar todos los procedimientos. Agregó que tienen que asistir a los próximos encuentros –en caso de que los hubiere– pero que no les debe temblar el pulso para rechazar un acuerdo que no contemple las exigencias fijadas. “Si las negociaciones fracasan, entramos en un terreno desconocido de mayor turbulencia política”, advirtió.