De las 38 organizaciones políticas que aparecen en el tarjetón electoral para los comicios del 28 de julio, 10 están intervenidas judicialmente. Con su dirigencia dividida y sus directivas asignadas por el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), esos partidos no representan sus colores e ideologías originales.
La mayoría tiene dos vocerías: la oficial, impuesta con una decisión judicial; y la tradicional, despojada de sus cargos. Esta última insiste en informar a sus seguidores que marcar su tarjeta el 28 de julio sería darle el voto a quien no representa los valores fundacionales de la tolda y los señala de estar alineados con el oficialismo.
La oposición es la más perjudicada en estas intervenciones judiciales de los partidos políticos. La Plataforma Unitaria Democrática quedó sin el apoyo de colores comprometidos con Edmundo González.
Las tres tarjetas de Edmundo González
El último candidato en inscribir su nombre con una promesa de “guardar el puesto” a la MUD fue Edmundo González Urrutia. Significó la solución ante las trabas que enfrentó la organización para postular a un aspirante. Primero, María Corina Machado, ganadora de las primarias, estaba inhabilitada. Luego, Corina Yoris, escogida para representarla, no pudo ser inscrita.
La tarjeta de la MUD ha sido la segunda en votos desde 2008, y obtuvo la mayoría de los diputados nacionales en las elecciones de 2015. Fue inhabilitada por CNE en 2018, por prohibiciones impuestas por el TSJ. Finalmente, el 29 de junio de 2021, la MUD volvió a ser una opción electoral legalizada.
A Edmundo González lo postuló, además, el Movimiento por Venezuela (MPV), fundado el 25 de junio de 2012. Tiene una fuerte presencia en la MUD, con Simón Calzadilla y Liborio Guarulla como líderes.
Un Nuevo Tiempo dio su respaldo a González Urrutia al final del período de cambios en las postulaciones. El partido de origen zuliano había postulado a Manuel Rosales, gobernador de Zulia, quien se retiró para dar su respaldo a González Urrutia. Se creó en 1999 con disidentes de AD y en 2006 ya era un partido nacional. Es parte de la MUD y logró un acuerdo para impulsar la candidatura unitaria.
José Brito y Primero Justicia en el tarjetón electoral
Primero Justicia protagonizó la intervención más reciente, cuando todavía se definían apoyos a candidatos presidenciales. Fue el 22 de abril de este año que el TSJ dictó la segunda acción contra la organización política. Ya lo había hecho en 2020, al apartar a sus fundadores a petición de José Brito, expulsado del partido por corrupción. Pero sin definir quién estaría a cargo.
Este año, y en plena carrera por la silla de Miraflores, el TSJ le entregó el control del partido a Brito. Además, le permitió usar sus colores, tarjeta, emblemas, y le ordenó al Consejo Nacional Electoral (CNE) abstenerse de permitirle a otra persona que no fuera Brito representar al partido aurinegro. Fue así como antes del cierre de los cambios en las postulaciones, el diputado sumó a Primero Justicia a la lista de partidos que lo apoyan.
La cara de Brito aparece en cuatro tarjetas. Además de Primero Justicia, están: Venezuela Unidad, Unidad Visión Venezuela y Primero Venezuela.
Primero Venezuela fue fundado por Brito y otros diputados de Primero Justicia y Voluntad Popular desertores de la Mesa de la Unidad, al ser acusados de corrupción en la Operación Alacrán.
Lo llamativo es que no cumple con el artículo 7 de la Ley de Partidos Políticos, Reuniones Públicas y Manifestaciones, que establece que “los partidos políticos adoptarán una denominación distinta de la de otros partidos políticos debidamente registrados”. Además, prohíbe que en forma alguna puedan parecerse fonética y gráficamente. El Movimiento Primero Venezuela comparte los mismos colores y su nombre es muy similar al de Primero Justicia. Un elemento confuso para un elector poco informado y distraído.
Venezuela Unidad es una especie de hermana gemela, de la que poco se sabe. Su nombre y color también pueden asociarse a la tarjeta de la unidad opositora, que apoya a Edmundo González.
Unidad Visión Venezuela (UVV) se identifica como liberal moderno. Nació en 2012 y lanzó a Henrique Capriles Radonski a la presidencia ese mismo año. Su secretario general es Omar Ávila, diputado a la Asamblea Nacional, que destaca la polarización política como un factor de estancamiento.
El tarjetón electoral de Maduro
13 organizaciones políticas apoyan a Maduro en su aspiración a la reelección y acaparan la fila superior del tarjetón electoral. Despunta el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), fundado por Hugo Chávez y principal fuerza de la coalición oficialista agrupada en el Polo Patriótico.
El PSUV es el partido con el que Chávez pretendía concentrar todas las fuerzas que lo apoyaban. Su gesta se inició después de la reelección del mandatario en 2006. Pero no lo logró de ese modo. Solo el Movimiento V República, también fundado por él, se dejó absorber junto con otras organizaciones menores.
Irónicamente, los cuatro principales partidos de izquierda que rechazaron la fusión fueron más adelante intervenidos por el TSJ: PCV, Patria Para Todos, Podemos, y Tupamaro.
Los cinco partidos intervenidos que apoyan la reelección del presidente
Pero cinco de las tarjetas con la imagen de Maduro pertenecen a partidos intervenidos por el TSJ. Todos de izquierda o centroizquierda.
La caída de Tupamaro
El 18 de agosto de 2020 el TSJ suspendió la directiva de Tupamaro y nombró una directiva ad hoc dirigida por Williams José Benavides Rondón. Este proceso se dio sin notificación a las autoridades legítimas del partido y violando el derecho a la defensa y la autonomía política de la organización. Ocurrió después de que Tupamaro se alejara del PSUV, al crear una alianza sin esa fuerza.
Como en estos casos, la junta impuesta tiene derecho de usar las sedes, siglas, la tarjeta electoral, los símbolos y los emblemas electorales del partido.
Tupamaro consiguió un cargo de elección popular en las regionales de 2021, con Teresa Flores, como alcaldesa de Diego Ibarra, en Carabobo.
Desde el 9 de junio de 2023, Tupamaro adoptó una nueva normativa interna que suprime la figura del presidente para dar paso a la dirección colectiva, a cargo de Williams Benavides como secretario general nacional.
La rápida decisión con Patria Para Todos
Al partido Patria Para Todos (PPT) le tocó tres días después de la intervención de Tupamaro. La directiva de la tolda azul y negra, escisión de La Causa Radical, fue suspendida. Ilenia Medina sustituyó a Rafael Uzcátegui (ambos fundadores) en una decisión que no tardó 24 horas desde la solicitud al TSJ.
El PPT, con ideología de izquierda, estuvo moviéndose entre el chavismo y las fuerzas opositoras desde su fundación en 1997. Formó parte de la Coordinadora Democrática (CD) hasta su disolución en 2004, tras el referendo revocatorio contra Chávez.
Los detractores de la intervención se reagruparon en la Alternativa Popular Revolucionaria, coalición política de izquierda crítica con el gobierno de Maduro.
Podemos: auge y casi extinción
Podemos es uno de los partidos que más tiempo tiene intervenido. Fue en junio de 2012 cuando una decisión del TSJ le otorgó todos los derechos del partido al exgobernador de Aragua, Didalco Bolívar, uno de los cuatro fundadores y el más cercano al chavismo.
Por la Democracia surgió en 2002, organizado por disidentes del Movimiento al Socialismo (MAS), cuando este histórico partido, siendo socialista, se negó a apoyar a Hugo Chávez.
Su ascenso fue vertiginoso con Ismael García como figura principal y funcionario del gobierno revolucionario. Pero en 2007 todo cambió. Podemos rompió con la coalición oficialista ante la pretensión de Hugo Chávez de unificar todos los partidos en uno: el PSUV. Desde 2010 presentó candidatos junto con la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), pero en 2012 cayó en un letargo judicial que terminó con la desincorporación de García. Desde entonces, Podemos pasó a la alianza de movimientos políticos afectos al chavismo, sin una participación importante.
El despertar del MEP en el tarjetón electoral
El Movimiento Electoral del Pueblo (MEP) es uno de los tradicionales, nacido de la mano de Luis Beltrán Prieto Figueroa en 1967, tras un desacuerdo con Acción Democrática (AD) en esa época. Socialista desde sus inicios, tuvo tiempos de gloria con candidatos propios a la presidencia a finales de los sesenta y luego en los setenta. Pero luego, al servir de aliado y comodín para otras orientaciones políticas, se desvaneció del panorama electoral.
Por ejemplo, en 1993 apoyó a Rafael Caldera y cinco años después a Hugo Chávez, lo que ratificó en el año 2000. La adhesión al PSUV casi lo desintegra.
Así se mantuvo hasta 2015, cuando el 17 de julio el TSJ destituyó a la directiva nacional e impuso a Gilberto Jesús Jiménez Prieto, como secretario general.
Parte de la militancia del MEP rechazó la decisión y se unió en el «MEP-Originario». La acción no tuvo éxito: en mayo de 2017 participaron en el proceso de renovación de partidos políticos del CNE, pero no fue relegitimado.
Jiménez Prieto, nieto de Luis Beltrán Prieto Figueroa, se mantiene en el cargo y, ahora que tiene las credenciales del CNE, da apoyo a Maduro.
PCV, líder de una izquierda no chavista
Era lógico que el Partido Comunista de Venezuela (PCV), el más antiguo de la era contemporánea (fundado el 5 de marzo de 1931) apoyara el proceso revolucionario. Su carácter marxista-leninista lo llevó de la mano con el proyecto de Hugo Chávez hasta 2020, cuando se separa del Polo Patriótico.
El PCV acusa a Maduro y su gobierno de neoliberal, por lo que pasó a formar parte de la Alternativa Popular Revolucionaria, que aglutinó a los izquierdistas de oposición.
Pero en agosto de 2023, el TSJ intervino la junta directiva e impuso una nueva, que «democratizaría» el partido. Así tomaron las riendas Henry Parra, como presidente, y Sixto Rodríguez, como secretario general. Ambos, con estrechos vínculos con el PSUV, volvieron a acercar los colores de la tolda comunista a Maduro para la elección del 28 de julio.
Movimientos sociales y propuestas evangélicas en el tarjetón electoral
En la lista de los 13 partidos que apoyan a Maduro y aparecen en el top del tarjetón electoral está el movimiento Somos Venezuela, refundado en junio de 2017 y legalizado seis meses después, por iniciativa del hoy candidato a la reelección.
“El MSV, antes de transformarse en partido político, era un mecanismo social del gobierno de Maduro para verificar los datos de cada uno de los venezolanos registrados en el Carnet de la Patria”, indica Poderopedia. Hoy, según la web del partido, posee 24 redes políticas que agrupan a jóvenes, mujeres, gremios, personas con discapacidad, entre otros. Es el segundo partido más votado del Polo Patriótico.
La Organización Renovadora Auténtica (ORA) es un partido cristiano evangélico que apoya a Maduro en el tarjetón electoral. Pero nunca respaldó la opción de Chávez. Su primer candidato (para las elecciones de 1988) fue Godofredo Ramón Marín, quien proponía «gobernar Venezuela por cinco años según la Biblia Evangélica”.
En 1998, cuando triunfó Chávez, firmó la candidatura del adeco Luis Alfaro Ucero, a quien luego su partido le retiró el apoyo para decantarse por Henrique Salas Römer. Desde 2013 mantiene en su tarjeta la imagen de Maduro.
Unidad Popular Venezolana (UPV), el partido de Lina Ron fundado en 2004, está presente en el tarjetón electoral del 28J. Se fusionó con el PSUV en 2007, pero al año siguiente se separó por diferencias. A pesar de eso, participa en el Polo Patriótico, en apoyo a Maduro.
APC: Un partido que nació opositor
Alianza para el Cambio (APC) también le dio sus colores a Maduro en el tarjetón electoral para estos comicios. Es un partido socialdemócrata con fuertes corrientes chavistas, aunque nació del lado opositor. Su secretario general, Ricardo Sánchez, fue elegido diputado suplente de María Corina Machado en 2010, con una llave de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD). Fundó el partido en 2013 y asumió la curul principal cuando el TSJ retiró la investidura a Machado en 2014.
Luego de las elecciones presidenciales de 2012, Sánchez y los otros fundadores de APC (Carlos Vargas y Andres Avelino Álvarez) decidieron desvincularse de la MUD. El 3 de agosto de 2015 pasaron a formar parte del Polo Patriótico.
Los más nuevos que apoyan a Maduro en el tarjetón electoral
El CNE legalizó nuevos partidos para la elección del 2 de julio que tienen menos de un año de fundados. Algunos especialistas manifestaron dudas sobre el cumplimiento de los procesos para su inscripción y participar en el tarjetón electoral.
El Partido Verde de Venezuela busca defender la Madre Tierra y la especie humana. “Levanta las banderas del anticapitalismo, antiimperialismo, feminismo, pacifismo, bolivarianismo, siendo promotores de la equidad y la igualdad sin discriminación”, se presenta en su sitio web. Fue registrado en octubre de 2022 y lo dirige Heryck Rangel, exministro de Ecosocialismo.
Con el eslogan “Nos movemos por Venezuela”, el movimiento Futuro es uno de los partidos de más reciente data. Tanto, que apenas va a cumplir cuatro meses.
Es liderado por el gobernador de Miranda, Héctor Rodríguez, quien inició su carrera política en las juventudes del chavismo. Futuro dice ir más allá de los partidos políticos y se enfoca en el marketing digital, el neuromarketing y la cultura para conseguir una conexión emocional.
Se presenta con una imagen fresca, moderna y colores distintos a los que se relacionan con Maduro. Pero es su candidato en el tarjetón electoral. Rodríguez marca distancia: “En sus videos apela al lado amable y trabajador del venezolano, y en sus discursos cuestiona la ineficiencia del sistema como si él no fuera parte de él”, escribe NTN24.
Enamórate Venezuela se adhirió al referendo consultivo por el Esequibo en diciembre y en este tarjetón su color salmón tiene el rostro de Maduro. Hay poca información del partido; ni en web ni redes sociales. Lo preside el abogado José Antonio España, exdiputado de la Asamblea Nacional entre 2016 y 2020, según su perfil en X.
Luis Eduardo Martínez: El bipartidismo judicializado
Luis Eduardo Martínez, el candidato presentado por Acción Democrática, repite su cara seis veces en el tarjetón electoral. Pero cuatro de esos seis partidos fueron intervenidos por el TSJ antes de las postulaciones.
El lado blanco del bipartidismo tradicional venezolano no es el mismo desde el 15 de junio de 2020, cuando el TSJ suspendió a la junta directiva de AD para designar una mesa directiva ad hoc presidida por José Bernabé Gutiérrez, quien fue expulsado al día siguiente.
La principal crítica a esta decisión es que el hermano de Gutiérrez, José Luis, había sido designado días atrás por el TSJ como rector del CNE.
Para las elecciones regionales de 2021, Henry Ramos Allup, destronado de su cargo en AD, mandó a la militancia a votar por la tarjeta de la MUD, lo que significó en un fracaso para Gutiérrez en su nueva posición.
Aunque Bernabé Gutiérrez mantiene legalmente los derechos sobre los colores y la tarjeta del partido, Ramos Allup disputa su cargo, pues también hay una sentencia del TSJ a su favor.
Copei está en una situación parecida. El lado verde del bipartidismo venezolano se dividió en 2015 tras la intervención del TSJ, que nuevamente nombró una junta directiva ad hoc. Nació así el sector de jure o Copei-ODCA, que sigue fiel a sus principios socialcristianos y a la plataforma opositora, y el sector impuesto por decisión judicial. Este sector lanzó al diputado Juan Carlos Alvarado como candidato presidencial, pero antes del cierre oficial del proceso de postulaciones declinó a favor de Martínez.
Otros partidos intervenidos que apoyan a Martínez en el tarjetón electoral
La consigna del Movimiento Republicano es «Bienestar en libertad» y asegura “ir por la calle del medio en pugna con el pasado y el presente”.
Su intervención fue en julio de 2020. En las elecciones de 2021 presentó candidatos propios a pesar de pertenecer a la MUD.
El caso de Bandera Roja, tradicional organización de izquierda, es bastante parecido al resto de los partidos intervenidos. Alejado de Hugo Chávez desde los primeros años, a pesar de su ideología compartida, estuvo siempre del lado de la oposición.
Convivió en la MUD y apoyó a Juan Guaidó en su gobierno interino. Además, fue parte activa y organizadora de las protestas de 2014 y 2017.
El blog oficial del partido se describe como “en pugna por el establecimiento de la Democracia Popular en Venezuela, enfrentada actualmente al régimen chavista, la farsa más grande que ha existido en Venezuela”.
Desde el 28 de julio de 2015, la intervención del TSJ destituyó a Gabriel Puerta como secretario general y le dio autoridad a Pedro Véliz Acuña, simpatizante del chavismo, quien esta vez dio sus colores en el tarjetón electoral a Martínez.
Los no intervenidos que postularon a Martínez son:
Derecha Democrática Popular, con una cuenta en X desde abril de 2019 en la que se define “inspirado en ideas libertarias, defensor del libre mercado, la familia tradicional y la propiedad privada”. Tiene alrededor de 350 seguidores.
UNE, uno de los ocho nuevos partidos políticos aceptados por el CNE para la contienda electoral. No fue posible encontrar datos.
Antonio Ecarri, dos organizaciones políticas intervenidas
El Movimiento de Integridad Nacional – Unidad (MIN Unidad) tiene casi 50 años, pero hoy posee los colores y algunos rasgos parecidos a la tarjeta de la Unidad que postuló a Edmundo González. No es lo que era cuando fue fundado por Renny Ottolina en 1977, como organización de centroizquierda.
Intervenido por el TSJ en 2015, el partido se transformó ideológicamente, siendo objeto de polémica. En el tarjetón electoral de este 28 de julio da su respaldo a Antonio Ecarri.
Ecarri también tiene el apoyo de Avanzada Progresista (AP), fundado el 27 de junio de 2012 por Ismael García, a su salida de Podemos, y el entonces gobernador de Lara, Henri Falcón, quien inició su carrera política bajo la sombra de Chávez.
Hasta 2018 participó en la MUD. Entonces Falcón se unió a la Concertación por el Cambio (CPC), que posteriormente se incorporó a la Alianza Democrática. Es una organización que agrupa a varias de las organizaciones políticas intervenidas por el TSJ.
En 2022, el CNE declaró nula una asamblea general del partido que ratificó a Falcón como líder, ante el reclamo Luis Augusto Romero, quien afirmaba ser la máxima autoridad de la organización. Así, Falcón anunció la creación de un nuevo movimiento, llamado “Futuro”, tal como se denomina el partido de Héctor Rodríguez.
El Lápiz y su peso en el tarjetón electoral
Alianza del Lápiz es el principal partido de Ecarri en el tarjetón electoral. Creado en 2017 por el dirigente carabobeño, la organización participó por primera vez en las elecciones regionales de Venezuela de 2021, en las que Ecarri quedó en segundo lugar para el cargo de alcalde de Libertador, en Caracas.
En la Concertación por el Cambio participa Cambiemos, otra de las organizaciones políticas que tiene la imagen de Ecarri en el tarjetón electoral. Existe desde 2018.
El Partido Ecológico data de 2008. Está afiliado a la Global Verde, red internacional de partidos ecologistas, y la Federación de Partidos Verdes de las Américas.
Y luego está Fuerza Vecinal, partido localista, fundado por alcaldes y dirigentes políticos municipales, antiguos integrantes de la MUD en 2021. Pretendían ser una alternativa de gobierno para los comicios regionales de ese año.
Ceballos y una versión de Voluntad Popular
Hablar de Voluntad Popular (VP) es hablar de Leopoldo López. Pero en el caso del tarjetón electoral del 28 de julio, lo que reflejará su tarjeta no es lo que López quería. Su apoyo es para Daniel Ceballos, exalcalde del municipio San Cristóbal, en Táchira.
El partido está intervenido desde el 7 de julio de 2020 por una junta ad hoc impuesta por el TSJ, lo que arrebató la dirección a sus tradicionales líderes. Quedó presidida por José Gregorio Noriega Figueroa, expulsado en diciembre de 2019 por corrupción y su vinculación con la Operación Alacrán. Esta facción de Voluntad Popular tiene el derecho de postular candidatos en el tarjetón electoral, aunque no es reconocida por gran parte de sus militantes.
Fue miembro de la Internacional Socialista entre 13 de diciembre de 2014 y el 25 de febrero de 2024, cuando fue expulsado por “tomar posiciones cercanas a la derecha”.
Arepa Digital es el partido fundado por Ceballos, y uno de los de reciente creación aprobados por el CNE para la elección del 28 de julio. En su sitio web habla de la lucha contra la corrupción, la inclusión sin privilegios y la democracia participativa. Se enmarca en el mundo digital y del blockchain.
Uno para cada uno
Los cuatro aspirantes a la presidencia restantes tienen el apoyo de una organización política.
El partido Conde también es de reciente fundación. Es el que postula a Benjamín Rausseo, conocido por su personaje humorístico de Er Conde del Guacharo. Se sabe poco de esta organización política. Pero Rausseo ha sido polémico por su inconsistencia con la oposición. Pasó de defender las primarias opositoras a retirarse en abril de 2023. Y apenas en mayo de ese año había declarado que los candidatos que se postularan fuera de las elecciones primarias tenían la intención de dividir a la oposición y así favorecer al chavismo en 2024.
Del partido que postula a Enrique Marquez, Centrados en la gente, se sabe poco. Fue fundado en 2021 por Frederick Villegas y el mismo año participó en las elecciones regionales, en las que ganó dos alcaldías. Su logo es igual al del partido Centrados Segovia, de España.
Javier Bertucci repite en la competencia presidencial con El Cambio, el partido con el que fue candidato en 2018. Es una organización doctrinaria e ideológica que basa sus acciones en principios y valores de la democracia cristiana.
Claudio Fermín también es una cara recurrente en tarjetones electorales, ha sido aspirante en varias contiendas. Su partido, Soluciones, se define como la tercera vía en medio de la polarización política venezolana.
El reto de los partidos políticos intervenidos ha sido mostrarle a su militancia que, aunque están en el tarjetón electoral, los aspirantes a los que representan no comulgan con los valores fundamentales de la organización. Buena parte de las facciones originarias de esas organizaciones, las que fueron despojadas de las tarjetas, apoyan la unidad que representa Edmundo González Urrutia, pero la tarjeta respalda a personas alejadas de la unidad.