Tres de los seis opositores refugiados en la residencia de la embajada de Argentina en Caracas hablaron por primera vez con los medios de comunicación vía Zoom para denunciar el asedio que viven en la sede, pedir que se les otorguen los salvoconductos y contar cómo viven a pesar de las restricciones y amenazas de la administración de Nicolás Maduro.
«Tenemos un estado de zozobra permanente», dijo el dirigente opositor Pedro Urruchurtu, quien contó que tienen un fuerte plan de racionamiento para poder tener -algunas horas del día- servicio de electricidad, agua y alimentos.
Omar González, exdiputado y dirigente de Vente Venezuela, denunció que el acoso y el hostigamiento han escalado en los nueve meses en los que han estado refugiados.
«Lo más grave es el asedio (…) Se ha ido agravando ahora con la prohibición de acceso de familiares», expresó. Explicó que no ven a sus familias y nadie entra a la sede diplomática sin la autorización del gobierno de Maduro.
Aseguró que han visto hombres encapuchados armados con fusiles de asalto, miras telescópicas y señaladores láser en las cercanías de la embajada. Esto se suma a la presencia policial y alcabalas en las vías que dan a la calle.
«La policía de Maduro ha colocado francotiradores (…) Están ocultos en medio de la vegetación como si los que estuviéramos acá no fuéramos civiles. ¿Qué están buscando, una tragedia?», señaló González. Para él ha sido una tortura no poder ver a su esposa, hijos ni nietos a sus 74 años de edad.
Urruchurtu destacó que quienes están en la embajada no tienen armas. Hizo énfasis en que la administración de Maduro sabe qué entra y qué sale de la sede: «El régimen sabe absolutamente todo porque vigila nuestras comunicaciones». Pidió el cumplimiento de las normas internacionales en materia de asilo para la protección de los seis opositores.
«Nos arropa la bandera de Brasil»
El dirigente agradeció a Brasil no solo por representar los intereses de Argentina en Venezuela sino también por decidir protegerlos a pesar de que Maduro retiró dicha designación. «Hoy sentimos que esa bandera nos arropa y nos protege». Afirmó que el presidente Lula da Silva es un demócrata que ha estado siguiendo la situación en la sede.
Urruchurtu también comentó que los contactos con otras misiones diplomáticas han sido limitados, pero tienen información de que otras delegaciones «han sufrido amenazas», aunque no detalló cuáles. Al mismo tiempo destacó que conocen que hay esfuerzos por intentar resolver su situación.
Explicó que incluso cuando Argentina designe una nueva delegación para proteger su embajada, estará atada a la aprobación en Venezuela.
Piden parar la represión contra la embajada argentina
Magalli Meda, quien fue jefa del comando de campaña de María Corina Machado, ahora refugiada en la embajada, explicó que no habían hablado anteriormente por precaución, por respeto a la situación política y atentos a que se otorgaran los salvoconductos.
Sin embargo, esta última semana han visto cómo se acelera la vulneración de sus derechos humanos básicos. «Es una urgencia que pare el control y represión psicológica».
Contó que los seis opositores están solos en la embajada, ya que el personal salió de vacaciones colectivas. Resaltó el caso de uno de los trabajadores que fue detenido y se desconoce su paradero.
«Es increíble que empleados que son solo trabajadores reciban amenazas junto con su familia», denunció Meda.
Destacó que los seis opositores refugiados han sostenido una relación de amistad y respeto. En sus rutinas hacen ejercicio, algunos escriben y otros limpian o cocinan. Tienen «muchas horas de trabajo, análisis y comunicación con el país».
Hace seis semanas que están sin electricidad. Meda rechazó que la administración de Maduro use organismos públicos como Corpoelec para perseguir, en este caso con el fin de cortarles la luz; y finalmente agregó que no saben si podrán volver a conectarse nuevamente en el futuro.
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