Miembros del sector salud protestaron este sábado en la sede del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, en Caracas, para exigir un plan de vacunación contra el coronavirus elaborado por expertos, acompañados por la sociedad civil y dirigentes de la oposición política.
Ana Rosario Contreras, presidente del Colegio de Enfermeras de Caracas, resaltó la necesidad de que se garantice un proceso de inmunización seguro, equitativo y con la veeduría de los organismos internacionales.
«Para que esa vacuna que necesitamos para relentecer la mortalidad que está ocasionando la covid-19 no vaya al mercado negro para lucrar a personas inescrupulosas. Estamos convocando a esta campaña ‘vacunas sin exclusión’ porque entendemos que más de 400 compañeros del equipo de salud han sacrificado su vida para cuidar a la de otro», manifestó.
Contreras denunció que los hospitales del país tienen un colapso importante que el régimen de Nicolás Maduro pretende ocultar.
«Llegó el momento de la verdadera unidad, sin protagonismos individuales, entendiendo que la salud es un derecho y que es responsabilidad de todos defenderlo. Por eso iniciamos esta campaña en la PNUD, vamos a seguir en la calle porque en las redes sociales no vamos a generar la presión; que se entienda que la vacuna es una necesidad», dijo.
«Los médicos, las enfermeras, los trabajadores y el pueblo sabe que los títeres de la dictadura mienten y que cada día fallecen más y más los venezolanos. Lamentablemente estamos de manos atadas en los hospitales porque no hay suficientes camas, porque no hay insumos. Y porque la vacuna no llega a este país por culpa de un irresponsable, que es Nicolás Maduro, que pretende seguir engañando al pueblo venezolano», agregó Hilda González, coordinadora de Salud Nacional.
Delsa Solórzano, diputada a la Asamblea Nacional electa en 2015, lamentó el mercado negro de vacunas que ha surgido en el país.
«Vemos además un accionar inescrupuloso de muchos, y yo tengo que decirlo porque ayer falleció la pareja de un buen amigo mío; falleció porque le alquilaron una bombona de oxígeno que estaba descompuesta y creían que le estaban poniendo oxígeno y resulta que no, y se murió. Todos nosotros tenemos familias que han fallecido por covid», dijo.
«El pueblo de Venezuela hoy no tiene recursos para curarse, para alquilar una bombona de oxígeno, para compran el Remdesivir, para pagar una clínica, que te cuesta entre 1.000 y 2.000 dólares. ¿Quién puede pagar eso? Nadie lo puede pagar. Entonces la solución es que haya vacunas para todos ya», agregó.
Así, Juan Pablo Guanipa, primer vicepresidente del la Asamblea electa en 2015, manifestó que están de acuerdo con que al país lleguen vacunas que han sido reconocidas por la Organización Mundial de la Salud y por la Organización Panamericana de la Salud.
Pero, agregó, no pueden permitir que se utilicen dosis que no tienen ningún tipo de reconocimiento internacional. «Que no vengan a experimentar en Venezuela, sino que podamos contar con cualquier marca, eso no importa; lo que importa es que vengan las vacunas que han sido reconocidas por las organizaciones internacionales», afirmó.