En Venezuela se está luchando en contra de un régimen liderado por el crimen organizado y no contra el socialismo, como algunos afirman. Sobre esta idea giró la intervención del presidente editor de El Nacional, Miguel Henrique Otero, en la Conferencia de Estoril, que se lleva a cabo en Portugal con el auspicio de la presidencia de ese país
Otero intervino en la segunda jornada de este evento, que se realiza cada dos años, para hablar sobre el socialismo del siglo XXI. Además del presidente editor, disertaron sobre el tema los ex presidentes de Bolivia Carlos Meza y Jorge Tuto Quiroga.
“Lo que ocurre actualmente en Venezuela nada tiene que ver con un tema ideológico. Se trata de un modelo que se deriva de un régimen cuyo objetivo principal es mantenerse en el poder. Venezuela es un problema de crimen organizado”, afirmó Otero. Su argumento se basa en cifras y estadísticas que registran, en primer término, cómo el país se ha convertido en puente de la cocaína que se produce en naciones vecinas y cuyo destino final puede ser Estados Unidos o Europa.
“El régimen tiene alianzas con todas las fuerzas del mal. Comenzando por la guerrilla colombiana. Para nosotros los venezolanos el proceso de paz en Colombia es una gran farsa, porque vemos como las FARC y el ELN son prácticamente dueños de cinco estados venezolanos y controlan el narcotráfico. También son conocidos los vínculos del que hasta hace poco era vicepresidente, Tarek el Aissami, con el Hezbolá”.
El presidente editor alertó a los asistentes sobre hechos como que Estados Unidos en la actualidad investiga el lavado de 43.000 millones de dólares en ese país por parte de personas relacionadas con el régimen.
“La delincuencia es un aliado del gobierno, porque le sirve como control social, para que la clase media huya por la inseguridad y para mantener a raya a los de las clases bajas. Para eso usa a los colectivos”, enfatizó.
De bolivariano a socialista
Tuto Quiroga explicó lo que considera la razón por la que el fallecido Hugo Chávez cambió la denominación de revolución bolivariana a socialismo del siglo XXI.
“Cuando le quedó pequeña la región andina, ligada a Venezuela por un pasado común, y todavía amasando los impresionantes recursos de los precios del petróleo, decidió cambiar el nombre a socialismo del siglo XXI porque lo bolivariano en países como El Salvador, Nicaragua o Costa Rica no tenía mucho peso”.
El ex presidente boliviano asegura que lo que ocurra definitivamente en Venezuela tendrá repercusiones directas en países como Bolivia y Nicaragua, que hasta ahora se han movido en la esfera de influencia, y sin olvidar a Cuba.
Nicolás Maduro no es igual a Hugo Chávez, analizó Quiroga. Reconoce que el carisma del primero lo llevó a mantener altos niveles de popularidad, que es de lo que el segundo carece.
Todos los expositores estuvieron de acuerdo en el terrible nivel de crisis que vive Venezuela. Están de acuerdo en que los diálogos con un régimen como el de Maduro conducen a que ganen tiempo y dividan la oposición.