Nicolás Maduro anunció desde el balcón del pueblo la ruptura de relaciones con Estados Unidos y acusó al gobierno de ese país de intervencionismo en los asuntos de Venezuela. Frente a sus partidarios alzó la nota diplomática y la firmó.
“Como presidente constitucional, jefe de Estado, jefe de gobierno y en cumplimiento de mis funciones que juré frente al pueblo de respetar y hacer respetar la independencia, procedo a romper relaciones diplomáticas y políticas con Estados Unidos. Fuera, se van de Venezuela. Basta de intervencionismo, aquí hay dignidad, carajo, aquí hay pueblo dispuesto a defender esta tierra”, gritó con la carta en la mano. Abajo, reunidos, muchos vestidos como milicianos y otros uniformados con franelas rojas aplaudieron.
Maduro apareció en el balcón luego de que el presidente de la asamblea nacional constituyente, Diosdado Cabello, les pidiera a los asistentes a la concentración chavista que se movilizaran hacia Miraflores.
Alrededor de las 4:00 pm, el gobernante salió flanqueado por Héctor Rodríguez, gobernador de Miranda; Cabello; Delcy Rodríguez, vicepresidente; Érika Farías, alcalde de Libertador y Tarek el Aissami.
“El gobierno imperialista de Estados Unidos dirige operaciones para imponer a través de un golpe de Estado un gobierno títere para sus intereses”, recalcó.
Acusó a Estados Unidos de querer conducir a Venezuela por un camino de enfrentamiento interno y pidió el apoyo del pueblo para resguardar la soberanía y la paz de manera activa. “Que nadie baje la guardia, estamos defendiendo el derecho de nuestra propia existencia como República bolivariana y el gobierno que presido defenderá nuestra soberanía a toda costa”.
No mencionó a Juan Guaidó directamente en su discurso. Aseguró que no es materia de la que el Ejecutivo deba encargarse. “Le toca al campo de la justicia actuar apegado a la ley para preservar el Estado y el orden democrático. Es un tema de la justicia, a nosotros nos toca gobernar”.
Pidió lealtad a todos los militares, máxima disciplina y unión.
“No es un pueblo sumiso”. Diosdado Cabello fue el encargado de cerrar la concentración chavista con un discurso cargado de palabras altisonantes destinadas a entusiasmar a los asistentes para que defendieran a Maduro. Aseguró una vez más que si la oposición llegara al poder se acabarían misiones como las de viviendas y pensiones.
“Este no es un pueblo sumiso, este es un pueblo rebelde que ha aprendido a defenderse y estamos decididos a ser libres”, aseguró y prometió que en los días que siguen se organizarán movilizaciones para expresar apoyo y defender la revolución. Dijo que factores externos y “minorías violentas” intentarían provocarlos y convocó a una vigilia en Miraflores.
“El gobierno imperialista de Estados Unidos dirige operaciones para imponer a través de un golpe de Estado un gobierno títere para sus intereses”
Nicolás Maduro
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