Postulados básicos de un grupo de ciudadanos, entre los que se incluyen chavistas y antichavistas, se reunieron en el encuentro por la paz y el diálogo nacional en busca de alternativas a las posiciones irreconciliables entre gobierno y oposición.
Los presentes rechazaron cualquier forma de violencia y plantearon que la salida a la crisis que se vive en el país es a través de un diálogo en el que estén representados todos los sectores y no solo donde el Partido Socialista Unido de Venezuela y la Mesa de la Unidad sean los que diriman sus diferencias y superen la polarización.
Nicmer Evans, miembro de Marea Socialista, fue el vocero: “Necesitamos un espacio en común indiferentemente de la ideología que profesamos, con el objetivo fundamental de adelantar acciones que permitan la defensa de la Constitución”.
Dijo que ese primer encuentro permitiría generar espacios para compartir experiencias y dialogar sin temor a ser estigmatizados.
Reinaldo Quijada, coordinador nacional de UPP89, destacó que tomaron la iniciativa porque les preocupa la escalada violenta. Manuel Isidro Molina, otro de los promotores del evento, explicó que querían un diálogo inclusivo. Enrique Ochoa Antich, ex secretario del MAS, calificó el encuentro de histórico.
Gabriela Ramírez, ex defensora del pueblo, aseguró que hay que decantarse por alternativas consensuadas en las que no se llegue a soluciones violentas: “No queremos soluciones extremas, lo que queremos es reconstruir el tejido social para poder elevar propuestas concretas en torno a los problemas que atraviesa el país”.
Miguel Rodríguez Torres, ex ministro de Interior y Justicia, advirtió que la mayoría de los venezolanos cree en la concertación y el encuentro.