La extesorera nacional de Venezuela Claudia Patricia Díaz Guillén, conocida como la enfermera de Chávez, se declaró este martes no culpable y pidió un juicio con jurado.
Díaz Guillén fue extraditada desde España a Estados Unidos para responder por tres delitos relacionados con lavado de dinero
La exfuncionaria, que está presa desde su llegada el 12 de mayo, compareció ante el juez William Matthewman en los tribunales de West Palm Beach, ciudad aproximadamente a 100 kilómetros al norte de Miami (Florida).
La defensa, ejercida por la abogada Marissel Descalzo, sostiene, al contrario que la Fiscalía, que no hay riesgo de fuga y pide que se le conceda libertad bajo fianza a la exfuncionaria venezolana.
Enfermera de Chávez se declara no culpable
El juez no se pronunció hasta ahora sobre esa petición, sustentada, entre otros motivos, en que supuestamente no tiene dinero propio y no puede regresar a Venezuela porque su vida correría peligro, según la argumentación de su abogada.
La fianza la pagarían un familiar residente en el sur de Florida y amigos de Díaz Guillén y su esposo, Adrián José Velásquez Figueroa, quien está pendiente también de extradición a EE UU desde España, y algunos de los cuales se apersonaron hoy ante el tribunal para expresar su voluntad de hacerlo.
Durante la audiencia de hoy se trató también un posible conflicto de intereses de la defensora de Díaz Guillén.
Representación ante tribunal
La acusada firmó este martes un documento para hacer constar que sabe que su abogada defendió previamente a un exbanquero venezolano Gabriel Arturo Jiménez Aray, cuyo caso tiene conexiones con el suyo, lo que podría perjudicarla. Pese a ello quiere que siga como su representante ante el tribunal.
Díaz Guillén y Velásquez Figueroa son conocidos como la «enfermera» y el «guardaespaldas» de Chávez porque ella formó parte de su equipo de salud antes de ser nombrada tesorera nacional, cargo que ejerció del 2011 al 2013, y él participó como su jefe de seguridad.
Relación de la enfermera con Nicolás Maduro
Aparentemente sus relaciones con el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, no son tan buenas, pues en 2016 se radicaron en España y dicen no poder volver al país.
Díaz Guillén tiene doble nacionalidad, española y venezolana, según los documentos del caso. Está acusada de cargos de «conspiración para cometer blanqueo de capitales» y «blanqueo de capitales».
En la misma causa está acusado Raúl Gorrín Belisario, dueño y presidente del canal Globovisión.
Según la Fiscalía, Gorrín pagó millones de dólares en sobornos a dos extesoreros nacionales venezolanos, Alejandro Andrade Cedeño y Claudia Díaz Guillén. Con el fin de asegurarse los derechos de realizar transacciones de cambio de moneda extranjera a tasas favorables.
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