Una arepa y un mercado popular, así comenzó la historia. Juan Guaidó se presentó este domingo, acompañado de cuatro colaboradores, en “El Mosquero”, donde pidió una de queso, otra de pescado y un refresco.
De acuerdo con una reseña de El País, tres horas después del típico desayuno, el político se subió a lo alto de un camión para ofrecer un discurso ante miles de personas que lo aclamaban.
Desde que puso un pie en su tierra, el rumor entre los varguenses comenzó a correr de boca en boca. Los vecinos empezaron a juntarse poco a poco con el fin de recibirlo.
Tal cual estrella de rock, la multitud se arremolinaba junto a él. Finalmente, le fue imposible dar un bocado a las arepas sin tener a algún seguidor cerca. “Todos querían tocarlo, tomarse una foto o decirle que en él están depositadas sus esperanzas”, reseña el diario español.
Sin previo aviso y sin ningún tipo de campaña previa, Guaidó movilizó a la gente y al final de la mañana ya su traje azul se había reducido a una camisa blanca remangada.
Ante los ciudadanos, Guaidó insitió en que continuará visitando cada entidad del país y les pidió mantenerse en las calles de manera activa y pacífica.
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