El Global Hawk, derribado por Irán, es un dron capaz de elevarse a gran altitud y transmitir imágenes de alta resolución en tiempo real durante 30 horas continuas.
Este aparato entró en servicio en el año 2001 y fue utilizado por la Fuerza Aérea de Estados Unidos en Irak, Siria y Afganistán. La Fuerza Aérea cuenta actualemente con la versión más avanzada, el RQ-4B, y ha vendido sus modelos anteriores a la Marina estadounidense.
Se trata de uno de los dispositivos más caros del ejército estadounidense: los últimos modelos están valorados en 123 millones de dólares, indicaron las últimas cifras oficiales. Por ser un dron de vigilancia y reconocimiento, no tiene armas.
El Global Hawk es un gran aparato con una nariz redondeada que lo asemeja a un delfín alado. De 14,5 metros de largo, con alas de envergadura de 39,9 metros, está equipado con un sofisticado radar y cámaras de muy alta definición, según su fabricante, el grupo aeronáutico estadounidense Northrop Grumman.
Irán en el año 2011 capturó un avión no tripulado RQ-170 Sentinel que había penetrado su espacio aéreo, según medios estadounidenses se trataba de una misión de espionaje a sitios nucleares.
