POLÍTICA

Es tortura, parece un secuestro: el caso de Perkins Rocha conmociona a Venezuela

por Avatar Antonieta Jurado

El abogado Perkins Rocha, asesor de la Plataforma Unitaria Democrática, cumple 100 días detenido en condiciones que sus familiares califican de secuestro. Su captura se realizó sin una orden judicial

María Corina Machado y Perkins Rocha

El abogado Perkins Rocha, asesor jurídico de la Plataforma Unitaria Democrática y colaborador cercano de María Corina Machado, cumple 100 días detenido sin acceso a su familia

Detención sin orden y desaparición: el caso de Perkins Rocha indigna al país

Perkins Rocha fue detenido sin una orden judicial. Permaneció desaparecido por días antes de ser presentado ante un tribunal de madrugada. En una audiencia en la que se le negó el derecho a una defensa privada. A 100 días de su detención, su familia y organizaciones de derechos humanos exigen su liberación, calificando las condiciones de su arresto como un secuestro y una violación flagrante de garantías fundamentales.

El impacto de la tortura psicológica en presos y sus familiares: el caso de Perkins Rocha

La detención del abogado Rocha y las circunstancias en las que permanece incomunicado desde hace más de 100 días han puesto de relieve un aspecto particularmente doloroso en las prácticas de detención arbitraria: el impacto de la tortura psicológica, tanto en el detenido como en sus seres queridos. Este tipo de tortura, reconocida por organismos internacionales como las Naciones Unidas, trasciende el plano físico y afecta profundamente la integridad emocional, mental y espiritual.

La tortura para el detenido

La tortura psicológica es definida como cualquier acto intencional que cause sufrimiento mental grave mediante la creación de un estado de ansiedad, incertidumbre o angustia prolongada. En el caso de Perkins Rocha, el aislamiento total de su familia y abogados representa una forma de violencia invisible pero profundamente destructiva.

El aislamiento forzado impide al detenido tener una noción clara de su entorno. Lo que puede generar trastornos graves como desorientación, paranoia, insomnio, depresión e incluso pérdida del sentido de la realidad. Este aislamiento también priva al detenido de apoyo emocional y conexión humana, elementos cruciales para mantener la estabilidad psicológica en situaciones de extrema vulnerabilidad.

En el caso de Rocha, esta situación se agrava por su condición de salud, que podría deteriorarse aún más en ausencia de atención médica adecuada. Esta incertidumbre sobre su estado físico, combinada con el desconocimiento de lo que ocurre fuera de su entorno de reclusión, puede ser devastadora, según expertos en derechos humanos y psicología carcelaria.

La tortura para la familia

El sufrimiento no se limita para los familiares, la ausencia de información sobre el estado de un ser querido detenido es una forma de tortura en sí misma. La esposa de Rocha, al denunciar que no ha podido verlo ni tener certeza de su condición de vida o salud, evidencia el impacto devastador que esta situación tiene en la psique de quienes esperan y sufren en el exterior.

La incertidumbre constante sobre si el detenido está vivo o muerto. Si ha sufrido maltratos o si está recibiendo atención médica básica. Esto genera un nivel de estrés que puede derivar en ansiedad crónica, trastorno de estrés postraumático (TEPT) y depresión. Los familiares se ven atrapados en un ciclo interminable de preocupación y culpa, sintiéndose impotentes ante un sistema que les niega el derecho a proteger a sus seres queridos.

Además, esta separación forzada rompe vínculos familiares esenciales y puede desestructurar emocionalmente a toda una familia. Los hijos, padres, hermanos y cónyuges de personas detenidas en estas condiciones a menudo enfrentan estigmatización social. Miedo constante a represalias y el peso emocional de no saber cómo actuar frente a un sistema judicial que les niega respuestas.

El marco legal internacional

Declaración Universal de los Derechos Humanos establece en su artículo 5. «Nadie será sometido a torturas ni a penas o tratos crueles, inhumanos o degradantes». Asimismo, el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos refuerza este principio en su artículo 7, y el Protocolo de Estambul incluye en su definición de tortura. El sufrimiento psicológico provocado por actos intencionales de autoridades estatales o personas en posición de poder.

Cuando un detenido es aislado sin contacto con su familia o abogados, y sin acceso a revisión médica, se configura un acto que transgrede estas normativas. A su vez, la imposibilidad de la familia para ejercer su derecho a recibir información y constatar la situación del detenido se convierte en una extensión de este trato cruel.

Llamado a la acción

Foto Marco T Socorro

protesta en el Parlamento Europeo, Madrid

Casos como el de Perkins Rocha no solo son una denuncia de las prácticas de tortura psicológica contra opositores políticos en Venezuela,. También es un recordatorio de cómo estas acciones vulneran el tejido social en su conjunto. Las familias y las comunidades se ven profundamente afectadas, generando una atmósfera de miedo y desesperanza.

Organizaciones de derechos humanos han reiterado la urgencia de garantizar el acceso de los familiares y defensores privados a los detenidos. No solo como un derecho, sino como una medida humanitaria básica. En el contexto de la detención de Rocha, se hace un llamado a que la comunidad internacional ejerza presión. Para detener estos tratos crueles y degradantes, recordando que cada día sin acción perpetúa el sufrimiento de los involucrados.

“Mi padre es un desaparecido”: Santiago Rocha lleva el caso de Perkins Rocha a organismos internacionales

María Costanza de Rocha y Santiago

María Costanza de Rocha y Santiago

—¿A cuántos organismos internacionales has acudido?

—Me he reunido con el Observatorio Internacional de la Abogacía en Riesgo, la OEA, la Corte Internacional de Justicia (CIJ) y el Colegio Español de Abogados. Muy pronto viajaré a los Estados Unidos, donde me recibirán diferentes organismos de Derechos Humanos. También tengo pendiente una visita a la Cruz Roja Internacional.

—¿Puedes darme un balance de tus reuniones internacionales?

—En todas, salvo en la Corte porque es un proceso más formal, se han emitido comunicados con respecto al estado de mi padre y su detención arbitraria. Los organismos han mostrado su respaldo y se encuentran firmes en apoyar la causa.

—¿Cómo se encuentra tu mamá y tu familia en general?

—Para todos ha sido muy duro, doloroso, pero nos mantenemos fuertes y unidos, cada uno aportando en esta lucha. Mi abuela paterna, que ya es una señora mayor, está muy afligida. Extraña a mi papá todos los días. Es entendible: además de ser su único hijo, mi papá siempre ha sido un buen hijo.

—¿Qué te ha dejado esta experiencia?

—La enseñanza del valor de la familia y de la libertad como bienes muy preciados. He encontrado en este camino el sentimiento de la solidaridad, de la amistad y profundas reflexiones sobre la justicia.

Santiago Rocha concluye destacando la importancia de no claudicar en esta lucha, mientras reitera su agradecimiento a quienes lo han apoyado en su misión de buscar justicia para su padre, Perkins Rocha.