El régimen de Nicolás Maduro calificó este miércoles de infame la activación del Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca (TIAR), según un comunicado de la Cancillería.
La decisión de ingresar a Venezuela en el TIAR se tomó en el seno de la OEA con el respaldo de 12 países.
La administración de Maduro calificó de infame la decisión de los gobiernos de la región. «Alineados a los intereses del gobierno supremacista de Estados Unidos, invocaron la activación de un nefasto instrumento de la historia de nuestro continente, como es el caso del TIAR».
Intervención militar
En el texto se advierte que el TIAR, una instancia similar a una OTAN americana y que abre la puerta a la intervención militar fue impuesto a la región por Estados Unidos en el marco de la Guerra Fría. «Su propósito fue legitimar intervenciones militares en América Latina por razones ideológicas».
A petición de la delegación venezolana designada por el presidente encargado de Venezuela, Juan Guaidó, este miércoles en la OEA 12 países dieron un primer paso en la activación del TIAR.
Los países que votaron a favor fueron Argentina, Brasil, Chile, Colombia, El Salvador, Estados Unidos, Guatemala, Haití, Honduras, Paraguay, República Dominicana y Venezuela.
En su comunicado, el régimen de Maduro cita los casos de Guatemala en 1954, en Cuba en 1961, en República Dominicana en 1965, en Granada en 1983 y en Panamá en 1989. Además, destaca que no se activó para proteger a Argentina durante la Guerra de Las Malvinas en 1982.
«Los Estados Unidos traicionaron al continente y obviaron su activación, alineándose con su socio de la OTAN», dice el comunicado.
Salida de Venezuela
Para el régimen, «resulta doloroso que países que fueron invadidos por tropas estadounidenses y cuyos pueblos fueron masacrados en aplicación del TIAR, hoy avalen un crimen semejante contra un país hermano, en una sesión del Consejo Permanente de la OEA que es írrita y nula».
La Cancillería señala que Venezuela salió del TIAR en mayo de 2013. Luego de esto los países miembros del tratado se desvinculan del acuerdo. «No acepta ni reconoce ninguna obligación derivada de este tratado».
Finalmente, el régimen hace un sentido llamado a los países de la región para que rechacen «firmemente las pretensiones de este pequeño grupo de países». Asegura que «amenazan la paz e integridad de Venezuela y de todo el continente».