El Grupo de Lima condenó el asesinato del capitán de corbeta Rafael Acosta Arévalo a través de un comunicado. Expresaron su pesar y solidaridad a la familia.
Señaló que el capitán había sido detenido por hombres armados el 21 de junio y presentado ante un juez siete días después, el 28 de junio, con visibles signos de tortura: “La gravedad de su estado de salud llevó al juez a remitirlo a un centro hospitalario, donde falleció este 29 de junio”.
Repudió “las continuas prácticas de detenciones arbitrarias y torturas a las que el régimen ilegítimo de Nicolás Maduro somete a quienes considera sus opositores”.
El Grupo de Lima urgió a la comunidad internacional, en especial a la alta comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, “a actuar sin dilación para que los derechos de los venezolanos sean restablecidos y su integridad, protegida”.
El comunicado lo avalan los gobiernos de Argentina, Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica, Guatemala, Guyana, Honduras, Panamá, Paraguay, Perú, Santa Lucía y Venezuela.