Gustavo Petro se impuso el domingo pasado con casi 4,4 millones de votos en las consultas de las tres coaliciones para definir quiénes competirán para suceder al presidente colombiano Iván Duque. Analistas aseguraron a El Nacional que posiblemente se avanzará a una segunda vuelta, pero que el dirigente de izquierda no tendrá posibilidad alguna de llegar a la presidencia si las fuerzas antipetristas eligen un candidato unitario.
Esa alineación parece que comenzó a dar sus primeros pasos con el retiro el lunes de Óscar Zuluaga, que era candidato del partido Centro Democrático, del expresidente Álvaro Uribe y de Duque. Se sumó a las filas que lidera Federico Gutiérrez, de Equipo por Colombia, que obtuvo 2,1 millones millones de votos en las consultas internas. Y detrás se ubicó Sergio Fajardo, de Centro Esperanza, con 723.000 voluntades.
Los colombianos también votaron el domingo en las elecciones legislativas, aunque la abstención se mantuvo por encima de 50%. Datos de la Registraduría de Colombia señalan que el Pacto Histórico y los conservadores alcanzaron 16 escaños cada uno, mientras que los liberales lograron 15. Asimismo, la coalición de Petro, al igual que los conservadores, obtuvo en la Cámara 25 de las 165 curules, detrás de los liberales (32).
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Un Congreso más variado
El politólogo venezolano Carlos Romero, doctor en Ciencias Políticas y exprofesor de la Universidad del Rosario, en Bogotá, dijo que aunque Petro haya arrasado en la consulta electoral, la coalición que representa no sacó la votación que esperaba: se estimaba entre 60% y 70%, pero logró alrededor de 40%. Destacó que en el Congreso hay una representación mucho más variada que las proyecciones de las presidenciales.
“Eso va a mover el proceso. Hay que preguntarse si esos partidos que tienen ahora una representación en el Congreso apoyarán a uno de los precandidatos. En Colombia se dice que el Partido Liberal está en tres y dos porque no sabe si apoyará a Fajardo o a Petro. También en el sector conservador deciden si apoyarán a Gutiérrez o van a sacar a un candidato propio. Hay otros que no participaron en el proceso, que son candidatos presidenciales, como es el caso de Ingrid Betancourt. Hay todavía una situación bastante difícil”, expuso Romero.
El de Petro no fue un “triunfo arrasador”
Milos Alcalay, exviceministro de Relaciones Exteriores y exembajador de Venezuela ante las Naciones Unidas, dijo que, pese a que la prensa internacional muestra que Petro tuvo un “triunfo arrasador” en las elecciones primarias, la realidad es que, con los resultados de las legislativas, lo que se evidencia es una fragmentación equilibrada entre las fuerzas políticas.
“Las diferencias no son tan grandes y no es que Petro haya arrasado. Por supuesto, como es un candidato del Pacto Histórico, que era prácticamente el único, ahí aparece abultado con un porcentaje que está muy lejos de la realidad de Colombia. La izquierda está unida, que es una fortaleza, y la fragmentación se está dando en múltiples candidatos de centro y de derecha, y que ahora están representados por Sergio Fajardo en el centro y de Fico Gutiérrez en la derecha”, señaló.
Fragmentación: triunfo de la minoría
El exdiplomático también advirtió que la fragmentación podría darle el triunfo a la minoría que apoya a Petro y que todo dependerá de cómo los líderes democráticos constaten el riesgo del triunfo del Pacto Histórico para unirse y presentar una estrategia que lo impida.
Beatriz de Majo, internacionalista y articulista de El Nacional, considera que la posibilidad de que Petro gane la presidencia de Colombia en la primera vuelta se desvaneció por completo porque solo votó la mitad de los colombianos habilitados. Pero advirtió que el exguerrillero sí pudiera ganar en la segunda vuelta si no hay una integración significativa de las derechas de Colombia.
“Petro necesitaría más de 10 millones para ganar la primera vuelta y eso simplemente no es posible. Se comprobó que él no puede sacar 10 millones de votos. Lo que va a pasar es que eso va a ser una pelea de representantes del petrismo contra el antipetrismo y, sin duda, en eso los colombianos son inteligentes, se van a matar por conseguir que el antipetrismo gane. Ojalá que lo logren, pero no está cantada esa victoria porque también se van a defender del lado del petrismo”, afirmó.
Colombianos descontentos
De Majo expresó que los resultados en Colombia eran de esperarse porque los ciudadanos están descontentos por el desplome de la economía y porque, además, el gobierno Duque no ha sabido manejar la llegada de dos millones de migrantes venezolanos a ese país.
“Ahora el tema de la guerra (entre Rusia y Ucrania) les va a traer inflación. Hay descontento de parte de la población y, cuando eso ocurre, ¿quién es el culpable? Tiene sentido que las izquierdas se hayan fortalecido en este proceso electoral. Además de que los colombianos están cansados de la corrupción ”, afirmó.
El exembajador Alcalay también cree que Colombia irá a segunda vuelta.
“En la medida de que exista una pugna entre factores democráticos, podría darle mayores posibilidades a Petro. No veo una fuerza per se ni una avalancha de electores colombianos respaldándolo. Veo más bien una tendencia contraria, pero si esa tendencia se fragmenta será más difícil. El tema es que en la campaña Petro tratará de presentar el rostro más amable, más orientado a una línea democrática, que es lo único que puede hacerlo ganar. Si hay una pugna feroz entre liberales y conservadores será muy difícil lograr las alianzas para una segunda vuelta”, afirmó.
Liberales y conservadores, con oportunidad
Manifestó que hay circunstancias que deben observarse dentro de los grupos liberales y conservadores, donde, además de haber varios candidatos a la presidencia, pudiera estar presente cierta desconfianza del electorado hacia los partidos políticos. Destacó, sin embargo, que una vez arranque la campaña, los candidatos que rechazan el populismo y que buscan una acción de reafirmación democrática tendrán una enorme oportunidad de ganar con una estrategia unitaria.
“Si la fragmentación se convierte en un mecanismo claro de reafirmar su plena democracia, Petro no tendrá nada que buscar. En política todo suma, aquí fundamentalmente es la gran visión que puedan tener los partidos principales. Hay que ver el desarrollo de la campaña, la capacidad que tengan los líderes de escoger al mejor y, sobre todo, es absolutamente impensable que Petro gane la primera vuelta, tendrán que ir a segunda vuelta y si la fragmentación se elimina no tiene chance de ganarle en una segunda vuelta a un candidato que tenga el respaldo de grandes y pequeñas fuerzas políticas”, enfatizó.
Aliento para la oposición venezolana
Romero manifestó que los resultados de las legislativas en Colombia alientan a la oposición venezolana —que está en contra de Petro— por la posibilidad de que se forme un “bloque antipetro” que gane las elecciones presidenciales. Mientras que desde el régimen de Nicolás Maduro hay expectativas porque las encuestas favorecen al dirigente de izquierda, considerado como amigo del gobierno de Venezuela.
“Hay que hacer notar que Piedad Córdoba regresa al senado de Colombia”, subrayó.
Romero expresó que, aunque Petro ha hecho una campaña dirigida al centro, la figura de la congresista deja mucho que desear en cuanto a la posibilidad de que haya un reencuentro con los sectores políticos venezolanos que no sean del oficialismo.
“Tendremos que esperar para que se desarrollen todos estos elementos. Pero de lo que sí estoy seguro es que la agenda de Duque sobre Venezuela basada en la internacionalización de la relación entre Colombia y Venezuela será superada por cualquiera de los candidatos que gane”, afirmó el analista.
Petro no gana en la primera vuelta
El petrismo, añadió De Majo, sacará elementos para seguir acusando al gobierno de Duque y a las oposiciones, aunque una de las cosas que tienen a favor los partidos de derecha fue la visita reciente de Duque a Estados Unidos porque podrán decir que tienen una alianza fuerte con el gobierno de Joe Biden, que consideró a Colombia como un “principal aliado” fuera de la Organización del Tratado del Atlántico Norte.
“Petro ganó mucho, sin duda, y eso es muy peligroso. Pero Petro no llega en la primera vuelta ni de broma”, reiteró la internacionalista.
“La población electoral se cansa de un gobernante y vota por otro hasta que se vuelve a cansar del segundo. Eso pasó cuando ganó Chávez. Los venezolanos estaban hartos de los gobiernos anteriores, votaron por Chávez ¿y cuánto tiempo duró el amor? Eso es lo mismo que pasaría con Petro, ¿por qué? Porque es un convencido de que el modelo tiene que ser intervencionista, donde haya menos libertades y probablemente la guerra lo ayudará a tratar de alinear a Colombia hacia el lado de las izquierdas pensando que eso le resolverá el problema económico, y eso no le servirá para nada”, afirmó.
Colombia “se irá al traste”
De Majo manifestó que Colombia es productor e industrialista, donde las inversiones extranjeras fluyen con mucha facilidad. Y alertó que en un Estado totalitario, como el que podría implantar Petro, no ocurrirá la estabilización económica. Por esas razones, dijo, los colombianos no deberían votar por el líder del Pacto Histórico aunque estén cansados de los gobiernos anteriores. “No extrañaría que Petro logre motivarlos”, expresó.
Ese escenario, expresó la articulista, sería malo para Colombia porque el mundo tendrá que adecuarse a los coletazos de la guerra en Europa, que afectará a los países de la región.
“En Colombia se sentirá muchísimo más. Aunque se dice que es un país petrolero, no es verdad, Colombia es un país con petróleo, que es distinto. Los colombianos lo van a sentir mucho. Entonces si tú no tienes a una persona que atraiga los capitales, que motorice la industria, el país se va a ir al traste por completo”, advirtió.
Petro: Maduro no es un líder de izquierda
Petro afirmó en una entrevista reciente con la revista colombiana Semana que Maduro no es un líder de izquierda. Afirmó que el gobernante socialista es un conservador de las facciones más agresivas de la política y que está dentro de las dirigencias de la muerte.
Pero, en opinión de Romero, la posición de Petro sobre la situación política en Venezuela es cosmética y está relacionada con evitar la venezolanización de la campaña para que el candidato presidencial del Pacto Histórico no sea presentado como una especie de representante del chavismo.
“Petro representa una opción de izquierda en Colombia, pero no tiene todas las de ganar porque con los resultados del Congreso y, sobre todo, con la alta abstención, se puede pensar que habrá un candidato unitario de la oposición”, manifestó el analista.
Señaló que las encuestas señalan como ganador a Petro, con la diferencia de que algunas lo dan en la primera vuelta y otros en la segunda, y aseguró que para el líder de izquierda es fundamental ganar en la primera vuelta porque los candidatos antipetro podrían definir un candidato fuerte que pueda competir en la segunda vuelta.
Petro es un “izquierdoso” convencido
Beatriz de Majo expresó que Gustavo Petro es un “izquierdoso” convencido, algo que no es Maduro, en quien no priva ideología de ningún tipo, sino el interés.
“Cualquier gobierno de izquierda o candidato en toda Latinoamérica tratará de desmarcarse de Maduro porque no les hace bien. Maduro les hace daño. Ellos siguen, en el caso del madurismo, tratando de proyectar una imagen de pensamiento político de izquierda cuando en realidad no hay absolutamente nada de eso”, analizó De Majo.
La internacionalista expresó, además, que los venezolanos que han llegado a Colombia han contado lo que ha pasado en Venezuela bajo el control del chavismo.
“Se fueron porque el país no sirve para nada, y no sirve para nada por (culpa de) Maduro. Eso juega a favor de que Maduro no sea considerado una buena opción en Colombia y que, por lo tanto, Petro trate de desmarcarse. A Petro le viene una etapa complicadísima a nivel profesional en la que no estará la carta de Maduro. Él nunca hará causa común con Maduro, aunque en su fuero interno le convenga que haya un gobierno aparentemente izquierdoso del otro lado”, dijo.
El “carácter tóxico” del régimen
Alcalay agregó que los candidatos de izquierda han visto el carácter tóxico que tiene la “solidaridad automática” con el régimen de Maduro. Señaló asimismo que la caracterización de lo que está ocurriendo en Venezuela, los millones de migrantes -de los cuales una gran parte llega a Colombia- y las posiciones alejadas del pluralismo democrático, han hecho que haya un rechazo desde el gobierno chavista hacia las declaraciones de Petro.
“No tanto porque Petro no esté en la misma familia de Puebla o del Foro de Sao Paulo, sino porque sabe que identificarse plenamente con el oficialismo en Venezuela podría costarle el rechazo de los electores colombianos que conocen muy bien la realidad venezolana, porque somos dos países vecinos”, expresó.
El exembajador enfatizó que el régimen venezolano no admite los matices de la izquierda. “Atacan a todos los que no son incondicionales. Por eso es que en el caso de Chile ni siquiera fue invitado Maduro a la toma de posesión, porque hay un rechazo no solamente al modelo sino también a las reacciones que ha habido contra todo aquel que no es incondicional. Con Petro puede ser un distanciamiento táctico”, observó.
Relaciones con Venezuela: ¿punto clave?
La mayoría de los precandidatos presidenciales de la política colombiana, y particularmente los ganadores en las consultas internas del domingo pasado, han enfatizado en diversas oportunidades que tienen como prioridad relanzar las relaciones entre Colombia y Venezuela, que ha llegado a un punto muy agrio fundamentalmente por la polarización entre Maduro y el presidente colombiano, señaló Romero.
“Todo el mundo tiene la esperanza de que cualquiera que gane avance en un proceso de recuperación de las relaciones diplomáticas, comerciales, consulares y culturales. Porque todos sabemos que en este momento están rotas, el comercio formal está en muy baja categoría. Existe un tema migratorio que debe ser atendido binacionalmente. Hay cosas pendientes en una agenda que cualquiera que gane tendrá que afrontarla porque es evidente que la conducta de Duque en nada ha favorecido a una búsqueda de diálogo y de consenso entre Colombia y Venezuela”, manifestó.
“No quiero caer en la tesis de que el candidato que se oponga a Petro o que esté calificado para competir con Petro necesariamente tiene que asumir la agenda de Duque. Todos ellos en su condición de precandidatos, y estoy seguro de que también lo van a reafirmar en su condición de candidatos, insistirán en la necesidad del restablecimiento de las relaciones entre Colombia y Venezuela”, añadió el politólogo.
Visión de Estado y posiciones claras
El exembajador Alcalay dijo que una de las características de la diplomacia colombiana es que ha tenido una visión de Estado, profesionalismo y una posición clara frente a lo que significan las fuerzas guerrilleras, el narcotráfico, la desestabilización y los ataques a la democracia. Mencionó incluso el exmandatario Juan Manuel Santos, quien, manifestó, estuvo quizá más orientado a equilibrios con la izquierda.
“Creo que la diplomacia de Estado, sobre todo por la presencia de venezolanos que se han escapado de su país —Venezuela está como una Ucrania, pero sin ser invadida por los rusos—, es muy importante, y pesará sobre cualquiera que resulte electo presidente. Van a continuar con la diplomacia de Estado, por supuesto, con matices distintos, pero Colombia ve con preocupación cualquier opción que vaya a desestabilizar la realidad. Por otra parte, las relaciones que han tenido los gobernantes de Colombia con los Estados Unidos en una dimensión hemisférica es algo que ha pesado en el pasado y va a pesar en el futuro”, planteó.
La internacionalista De Majo dijo que Federico Gutiérrez y Sergio Fajardo mantendrían distancia “muy sabia” de Maduro, pero no se sabe cuánto más harían en favor de una integración con Venezuela. “A Maduro todos le va a sacar el cuerpo porque en Venezuela no hay un componente ideológico que valga la pena examinar. Lo que hay es comodidad personal”, afirmó.