El presidente de la Asamblea Nacional, Julio Borges (PJ-Miranda), fue recibido ayer en Washington por el presidente del Comité de Relaciones Exteriores del Senado de Estados Unidos, el republicano Bob Corker y por el senador demócrata Ben Cardin.
Borges denunció la existencia de “un golpe de Estado continuado” en Venezuela, al tiempo que solicitó a esa oficina las consecuencias más graves para los funcionarios venezolanos que violan los derechos humanos, reprimen a los manifestantes y están ligados a hechos de corrupción y al crimen organizado.
A la salida de la reunión afirmó que los altos representantes del Congreso estadounidense tienen una visión muy clara sobre Venezuela. “Los senadores saben exactamente que en Venezuela hay una ruptura del orden constitucional, no hay separación de poderes ni se respetan los derechos humanos”.
El presidente del Poder Legislativo informó que continuará la presión de toda la región para que el gobierno de Nicolás Maduro regrese al marco de la Constitución, devuelva las competencias a la Asamblea Nacional, libere a los presos políticos, autorice el canal humanitario y realice elecciones.
El encuentro se dio en la misma semana en que Borges se reunió con el secretario general de la Organización de Estados Americanos, Luis Almagro.
Borges también tiene reuniones en la capital estadounidense con los embajadores de la OEA. Francisco Márquez, miembro de Voluntad Popular, acompaña al parlamentario en estos encuentros.
Este año el presidente de la AN también ha sido recibido por congresistas de Colombia, Brasil y República Dominicana. A comienzos de marzo Borges informó que se encuentra en fase preparatoria una reunión continental de los congresos de la región para tratar la situación de la Asamblea Nacional de Venezuela. La misma podría realizarse en mayo en Brasil.