—¿Cómo enfrentar un régimen que proyecta bochorno en el ámbito mundial?
—Con todas las vías que nos ofrece la Constitución. No solo las electorales.
—¿Debe reconocer la oposición a la ANC?
—Sería una inconsecuencia imperdonable. ¿Qué les diríamos entonces a los países que han declarado su no aceptación a la ANC.
—Ex asesor de la ONU, ¿el veredicto final sobre Venezuela?
—Condenatorio. Ya empezaron a manifestarse. Las acusaciones que se le hacen al régimen por su agresión contra los derechos humanos suben de tono diariamente.
—Aparte de la vía electoral, ¿ve otra salida?
—Para la democracia la salida privilegiada es la electoral. Pero hay en la Constitución, además, toda una amplia gama de vías para resolver la grave situación política.
—¿Fue bueno sacrificar las acciones de calle por la esperanza electoral?
—No creo que se sacrificaron las acciones de calle por las electorales. Se tiene consciencia de que ambas son indispensables. Lo veremos seguramente durante las próximas semanas.
—¿Un final de fotografía?
—Una amplia victoria para el país democrático.
—¿Qué hubiera exclamado hoy su papá, que erradicó el paludismo?
—“Qué hombres pigmeos”, solía decir, en circunstancias en que se hacía ostensible la mediocridad. ¿Cómo dejaron que todo retrocediese?
—Aparte del paludismo, la difteria y el sarampión, ¿por qué volvió el caudillismo?
—Tenemos factores culturales de por medio que debemos modificar. Por ejemplo también, la cultura rentista que nos pesará mucho para encontrar un curso de desarrollo sustentable.
—Del 1 al 20, ¿el nivel democrático del venezolano?
—El nivel democrático medio de la población es muy elevado, por lo menos la calificación a otorgarle es 19. Ese es un activo muy importante para recuperar el país.
—¿El de este gobierno?
—Los que gobiernan no son demócratas. Son el residuo histórico del despotismo que llevamos en la sangre.
—¿El de la oposición?
—Es muy elevado. De lo contrario no seríamos la mayoría prevaleciente.
—¿Colaboramos todos con el ascenso de Chávez y el chavismo?
—Eso no es así. Hubo mucha gente, entre los cuales me incluyo, que tuvo la percepción y alertamos de que su triunfo marcaría un retroceso histórico. Pero también hubo gente de mente liviana y novelera que se equivocó, cuya mayoría por suerte está hoy arrepentida.
—¿El futuro del chavismo?
—Ser considerado un momento oscuro de nuestra historia. Un paréntesis lamentable en nuestro recorrido como sociedad.
—Ingeniero civil, ¿qué repararía a esta casona llamada Venezuela?
—Las reparaciones institucionales en este momento son más importantes que las materiales. Es que hemos sufrido el exterminio de nuestro andamiaje institucional.
—Presidente de la Copre entre 1986 y 1989, ¿qué es hoy el Estado?
—Ruinas por doquier. Después del cambio político que se avecina, además de recurrir a la arqueología institucional tendremos que emplear nuestro mejor ingenio para instrumentar estructuras de avanzada y así poder enfrentar los retos que nos plantea la sociedad del conocimiento. En caso contrario, la brecha entre el progreso de otros países y nuestro atraso será cada día mayor.
—Ex ministro de Obras Públicas, ¿el ícono arquitectónico de la democracia?
—El Teatro Teresa Carreño y las obras hidráulicas para calmar la sed y generar energía.
—¿Del socialismo del siglo XXI?
—No encuentro todavía alguno que valga la pena mencionar.
—Ex ministro del Ambiente, ¿luz y agua ya no son primeras necesidades?
—Hay que pasearse por todo el país para palpar la enorme insatisfacción existente con el gobierno por su dejación en la prestación de estos servicios públicos fundamentales.
—¿Qué opina del Arco Minero?
—Estoy opuesto radicalmente a este proyecto. No tenemos por qué destruir un patrimonio natural valiosísimo con ese proyecto ni contribuir a incrementar nuestra cultura rentista, que ya constituye un fardo bien pesado, para salir del atascadero en que nos encontramos.
—¿Reconoce alguna obra oficial?
—Lamentablemente han sido muy desacertados para acometer obras de progreso. Veamos, por ejemplo, el dinero enterrado en el intento de construir una anacrónica red de ferrocarriles. O su inconsecuencia para concluir obras como la presa de Tocoma o las líneas del Metro en Caracas.
—¿Por qué, 60 años después, se recuerda la obra de Pérez Jiménez?
—Porque en muchos sentidos sus obras fueron iniciativas pioneras que sirvieron para modernizarnos. Eso es independiente a su irrespeto a los derechos humanos.
—¿Un revolucionario del urbanismo?
—El maestro Carlos Raúl Villanueva.
—¿El presidente más amigo del ambiente?
—Sin mezquindades, Carlos Andrés Pérez.
—¿Qué demolería?
—Prefiero construir que demoler.
—¿Qué reconstruiría?
—El casco antiguo de Caracas. Puede constituirse en un lugar de orgullo para los venezolanos.
—¿Una falla de ingeniería de la revolución?
—En la llamada revolución el problema es que ha habido poca ingeniería. Entregamos los principales proyectos a la ingeniería foránea. No ha habido una inconsecuencia técnica mayor que la entrega que se hizo a las empresas de ingeniería extranjeras: viviendas, presas, ferrocarriles, etc. La ingeniería venezolana era muy buena.
—¿De la MUD?
—Con ella contamos para dirigir y coordinar la empresa de devolverle la democracia a los venezolanos.
—¿Qué debe aprender esta generación de la del 58?
—La brillante generación del 2014 en adelante tiene poco que aprender de la del 58. Esta dictadura es mucho más endemoniada y perversa que la de Pérez Jiménez.
—¿Y viceversa?
—La de 1958 debería haber sido mucho más estudiosa y democrática.
—¿Cuándo se torció el camino?
—Desde la Copre alertamos claramente que venía acumulándose en el país un déficit de democracia significativo. ¡Qué bueno habría sido que el estatus nos hubiese prestado mayor atención!
—Ante el retroceso actual, ¿cómo le sienta el sillón de la Academia de Ciencias Físicas, Matemáticas y Naturales?
—Como una oportunidad de participación en una institución de progreso.
—¿Volvería a la MUD?
—Nunca me he ido. A veces estoy más o menos alejado de la cúpula. Pero como soldado de la democracia siempre estoy presto a desempeñar cualquier misión que me sea encomendada.
—¿Qué arreglos le haría a esta mesa?
—Mayor sentido de previsión, mejor acción comunicacional y más contundencia.
—Ex parlamentario, ¿hubiera enfrentado a las bandas oficialistas?
—No. Eso le corresponde a las Fuerzas Armadas, que en ese sentido siguen faltando por omisión o complicidad.
-—¿El acierto de la AN?
—Comportarse estoicamente frente a la barbarie.
—¿El peor cálculo político?
—El subestimar al contrincante. Es perverso, deshonesto, pícaro y tiene una sumisión internacional que lo hace muy peligroso.
—¿Las bases para recuperar la democracia?
—Las mayorías democráticas y la conciencia que se ha adquirido de que nuestra sociedad cometió un error descomunal al haber permitido llegar al punto en que nos encontramos.
—¿La salida más concreta?
—El cambio de régimen a través de la amplia gama de opciones que nos ofrece la Constitución.
—Como articulista, ¿era tan crítico antes de 1998 como hoy?
—Siempre he pensado que es sano practicar la autocrítica, sobre todo cuando se hace con un sentido constructivo, positivo.
—¿Qué pasaría en Venezuela si el régimen sujetase a la ANÇ a los gobernadores de oposición?
—Tengo mucha fe en que la ANC será un adefesio de corta duración.
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