Un nuevo oficio surgió en los barrios venezolanos ante la crisis de los servicios públicos en Venezuela. Los llamados pimpineros constituyen un grupo de jóvenes que se dedican al acarreo de agua hasta las zonas más altas, donde el líquido no llega.
Los pimpineros pueden cobrar un cuarto de dólar por cada envase de entre 20 litros y 50 litros que trasladan. Sin embargo, explicaron a la Voz de América que el precio aumenta dependiendo de la distancia y la cantidad de escalones que se deban subir.
En total, en un día estos jóvenes pueden ganar entre 5 dólares y 10 dólares al día, tomando en cuenta que la divisa se cotiza alrededor de los 75.000 bolívares.
Aseguran que prefieren dedicarse al acarreo de agua porque ganan mucho más que en un trabajo convencional, en el que con suerte podrían aspirar a un poco más de sueldo mínimo.
El último aumento salarial decretado por el régimen fijó el sueldo en 250.000 bolívares mensuales más 200.000 bolívares de cestaticket.
Quienes no tienen dinero para cancelar el servicio de acarreo, optan por cancelar a estos jóvenes con comida.
La labor de los pimpineros nació de las dificultades que tienen ancianos, enfermos o personas que llegan cansadas de sus trabajos, para subir el agua a las comunidades apartadas.
Recorren al menos 300 escaleras al día, aunque afirman que trabajan hasta que el cuerpo aguante.
Las personas que no pueden contratar a los pimpineros deben realizar el acarreo por sí solos. Una encuesta del Observatorio Venezolano de Servicios Públicos revela que 88% de los venezolanos almacena agua en sus hogares debido a las fallas en el sistema.