Familiares de presos políticos pidieron este jueves al Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) que medie para conocer y mejorar el estado de salud de estos.
Kerling de Sánchez, esposa del teniente coronel Ruperto Sánchez Casares, preso desde 2014, explicó a periodistas que en el grupo, del que no detalló el número exacto, «hay presos políticos civiles y militares» y no saben «sus condiciones de salud», lo que les preocupa especialmente por la pandemia de covid-19.
«Mi esposo está preso en la cárcel de Ramo Verde, tenemos meses sin acceso a él y no sabemos sus condiciones de salud. Con una pandemia mundial, la angustia, la desesperación nos come, no sabemos nada de ellos», expresó.
Manifestó que acuden al CICR para solicitarle apoyo y que les «acompañen y sean la vía, el canal» que les permita «poder llegar hasta» sus parientes.
Por ello, pidieron a la organización, a través de una misiva, «que se aboque a ayudarles, a prestar su mano amiga», puesto que, según comentó, saben que es una organización que tiene entre sus funciones «lograr este acercamiento».
De Sánchez subrayó que han recibido información de que el CICR tiene acceso a los centros de reclusión y «tal vez sepan» el estado en el que se encuentran sus familiares.
Indicó que el mayor miedo que sienten es que sus familiares se hayan contagiado de covid-19, así como que sean torturados, cuál es su estado de salud y condiciones psicológicas.
«Sabemos que están en cárceles con hacinamiento, donde las condiciones de salud no son las mejores. Solicitamos a todas esas manos amigas que se unan a nosotros, que por favor nos ayuden a encontrar la libertad, que esa es nuestra felicidad, ese sería el logro más grande», dijo.
La esposa del teniente coronel Sánchez señaló que su mayor anhelo es darse «ese abrazo de libertad», pero reconoció «que también, mientras estén allí (en prisión)», esperan que los presos «puedan tener acceso a la salud».
Datos difundidos el 6 de octubre por Foro Penal indican que en Venezuela hay 359 presos políticos.
Entre los detenidos se encuentran 335 hombres y 24 mujeres, de los que 232 son civiles y 127 son militares. De ellos, 357 son adultos y 2 son adolescentes, según el reporte de la ONG.
El 31 de agosto Maduro adoptó una medida de gracia que otorgó indulto carcelario, es decir, excarcelación, a 53 personas y sobreseimiento de diversas causas a otras 57.
Entre ellos había políticos, asistentes del presidente interino, Juan Guaidó, o ciudadanos arrestados en confusas circunstancias y cuyos casos no contaban con claridad judicial.