Los países de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA), aliados del régimen de Nicolás Maduro, condenaron enérgicamente las últimas sanciones aprobadas por la Unión Europea contra dirigentes chavistas, por considerar que «constituyen una clara violación del derecho internacional y una inaceptable aplicación intervencionista que en nada contribuye al desarrollo del pueblo venezolano».
El bloque, en el que figuran entre otros países Bolivia, Cuba y Nicaragua, cree que los castigos pactados el lunes por el Consejo de la UE contra 19 altos funcionarios, jueces, políticos y militares son «medidas coercitivas unilaterales, injerencistas y violatorias del Derecho Internacional», según consta en un comunicado.
Los países del ALBA expresaron solidaridad con Venezuela e instaron a la comunidad internacional a rechazar este tipo de sanciones para, en cambio, «manifestarse en defensa de los principios del respeto a la soberanía, la libre determinación e independencia de los pueblos».
El ministro de Exteriores del régimen, Jorge Arreaza, agradeció en Twitter el gesto de los gobiernos aliados, al tiempo que proclamó: «¡Que cesen las pretensiones neo-coloniales europeas!». Arreaza ya tachó el lunes de «anacrónica, intervencionista e injerencista» la iniciativa europea.