Mientras algunos consideran positivo el retorno a las clases presenciales este 25 de octubre en todo el país, otros padres se han mostrado temerosos de enviar a sus hijos a los colegios tras considerar que no hay suficientes condiciones de bioseguridad para garantizar la salud de los niños.
La medida, anunciada por Nicolás Maduro hace semanas, ha generado debate en la población. Muchos padres señalan que tras más de 500 días de clases a distancia el regreso a las aulas es necesario para mejorar la calidad de la educación. Además, destacan las consecuencias positivas que puede tener en la salud mental de sus hijos.
Pero hay quienes consideran que los riesgos de contagio de covid-19 son muy elevados a pesar de las medidas de bioseguridad.
«No estoy de acuerdo con el regreso a clases. Las condiciones en nuestro país no están dadas como para que los chamos vuelvan a los salones. Actualmente contamos con pésimos servicios públicos. Si en casi todos los sectores de la zona falta el agua, cómo garantizas que los chamos se van a poder lavar las manos. Además, el estado de muchos colegios es decadente porque en lo que va de pandemia no contaron con mantenimiento», dijo el padre Rafael Castillo a El Nacional.
En las calles de la Gran Caracas se pudo observar la presencia de estudiantes que se dirigían a sus centros educativos, aunque la afluencia fue bastante escasa en comparación con el movimiento habitual antes de la pandemia.
Cada centro educativo implementó su propio sistema para garantizar la bioseguridad de los estudiantes y el personal docente. En su mayoría optaron por dividir los salones en grupos más pequeños que asistirán únicamente en días asignados y durante una jornada reducida.
En las aulas, los alumnos estarán sentados con más de dos metros de distancia, deberán hacer uso del tapabocas en todo momento y contar con alcohol para desinfectarse las manos.
«Quieren que nuestros hijos sean conejillos de indias. Yo no estoy de acuerdo con el retorno a las clases presenciales porque es muy difícil controlar las acciones de los niños. Para las maestras es imposible vigilar que no se quiten los tapabocas o compartan comida. En mi opinión, prefiero continuar con las clases a distancia de momento», manifestó la representante Oscarla Lima.
La decisión sobre enviar o no a los niños de regreso a las aulas ha sido dejada a potestad de cada padre o representante.
«En el colegio de mis hijos el retorno a clases presenciales es opcional. En mi caso no los enviaré de momento, por lo que las maestras seguirán enviándome las tareas para realizar en casa. Prefiero ver cómo se desarrollan las actividades por ahora, y más adelante evaluar si asisten de forma presencial», explicó Carolina Machado, madre de dos niños.
Entre los padres que acudieron con sus hijos a los colegios también hay temor por el riesgo de contagio, aunque esperan que los pequeños puedan adaptarse poco a poco a las nuevas condiciones.
En redes sociales, muchas personas han expresado que el retorno a clases seguro se puede lograr con educación y logrando crear nuevas costumbres en la sociedad.
«Como nos hemos preparado desde el principio de la pandemia, con educación y nuevas costumbres. Si pueden ir a un centro comercial o a la playa, también pueden ir a clases», escribió un usuario en Twitter.
«Si asisten a cumpleaños y reuniones sociales que son el principal foco de contagio, cantan cumpleaños alrededor de la torta sin tapabocas y luego se la comen, ¿cómo no asistir a clases?», cuestionó otra persona.
Verónica Sánchez dijo a El Nacional que entre sus preocupaciones estaba la exposición de los niños en el transporte público. «Si no se contagian en el colegio, corren el riesgo en los autobuses o el Metro, donde no hay distanciamiento social. Eso es un factor de riesgo que también hay que considerar», indicó.
Por el reinicio de las clases presenciales las unidades de transporte público dependientes de organismos gubernamentales funcionan de manera gratuita para los estudiantes.
“Todo el sistema de transporte público dependiente del MPPT, gobernaciones y alcaldías transportará de manera gratuita en rutas urbanas y suburbanas a todo estudiante debidamente identificado”, anunció este lunes el ministro de Transporte, Hipólito Abreu.
Los docentes venezolanos también han protestado y rechazado el reinicio de las actividades porque consideran que no hay las condiciones ni los equipos necesarios de protección.
También han alegado los bajos salarios que ganan, que no les alcanza ni siquiera para movilizarse hasta sus lugares de trabajo.
Recomendaciones para el inicio de clases
El médico infectólogo Julio Castro señaló en una entrevista con Román Lozinski que es importante que los niños con síntomas de gripe no asistan a clases.
Resaltó que las medidas usuales como el uso del tapabocas, distanciamiento social y lavado constante de manos seguirán siendo vitales para evitar posibles focos de contagio en las instituciones.
Castro explicó que está en manos de cada venezolano tomar conciencia sobre las normas de bioseguridad.
La Academia de Ciencias Físicas, Matemáticas y Naturales también recomendó a inicios de octubre la implementación de un sistema de monitoreo, ya que los menores presentan mayor incidencia de contagio asintomático. Para esto, la Academia recomienda que se realicen encuestas que permitan detectar y aislar infecciones.
«Además, debe permitirse a los planteles tomar las medidas necesarias a fin de detener un posible brote epidémico, suspendiendo las actividades, en caso de que lo amerite», añadió la institución en un comunicado.
En cuanto a la parte emocional, Fernando Pereira, fundador de Cecodap, afirmó que en este proceso de transición lo importante es transmitirles seguridad y generarles confianza a los niños.
En una entrevista con Shirley Vernagy, el educador invitó a los padres a acompañar a sus hijos ante cualquier temor.
«Hay que tratar de no transmitirles aprehensión con respecto a los estudios porque solo generaremos temor hacia el proceso educativo», dijo.
Hizo un llamado a los padres a no presionar a los centros educativos con las actividades, porque no es la manera de recuperar los meses de clases virtuales.
«En la medida en que los niños se sientan bien, seguros, confiados y felices aprenderán lo que realmente necesitan saber para la vida», agregó.