Humberto Prado, director del Observatorio Venezolano de Prisiones (OVP), alertó que el cierre de centros penitenciarios, que se está llevando a cabo como parte de una operación del gobierno nacional para retomar el control de las cárceles, está provocando caos en otras prisiones.
“Una cosa es desmantelar y detener a las bandas y otra es tomar las cárceles y sacar a la población reclusa a otros centros penitenciarios del país, provocando más hacinamiento”, señaló Prado en el programa Punto y seguimos de Radio Fe y Alegría Noticias.
Explicó que los traslados a otras jurisdicciones podrían ocasionar una paralización en el sistema de justicia, debido a que el juez natural no podrá movilizarse.
Además, Prado destacó que los traslados también provocan una gran carga emocional a los reclusos porque los alejan de su núcleo familiar, que en muchos casos no tienen cómo movilizarse a otros estados.
Con respecto al llamado pranato, Prado señaló que sería mejor para la población reclusa que detuvieran a estos líderes negativos de las cárceles y dejaran al resto de los presos cerca de su circuito judicial.
Indicó que la seguridad de los centros penitenciarios del país son una corresponsabilidad tanto de la Guardia Nacional Bolivariana, que se encarga de la seguridad externa, como del Ministerio del Poder Popular para el Servicio Penitenciario, que se hace cargo de la parte interna.
“Cuando algo ingresa a la cárcel, la primera puerta la abre la Guardia Nacional y la segunda puerta la mueve el Servicio Penitenciario”, dijo.
Prado destacó que las cárceles venezolanas deben ser dirigidas por expertos en sistemas penitenciarios, para que se consideren diferentes factores y se clasifiquen por delitos cometidos, edades o reincidencia, entre otros.
“Si no hay un personal adecuado, se seguirá haciendo lo mismo”, opinó.