Dirigentes opositores acusaron este miércoles, Día Internacional del Trabajo, al Gobierno de presidente Nicolás Maduro de «destruir» derechos laborales cuya recuperación -señalaron- pasa por un «cambio político» en el país, que se prepara para celebrar las presidenciales el próximo 28 de julio.
El dos veces candidato a la Presidencia, Henrique Capriles, aseguró, a través de X, que los trabajadores venezolanos viven «tiempos muy duros» debido a la «destrucción sistemática de sueldos, salarios, jubilaciones, pensiones, beneficios laborales».
«Es una burla, una ofensa, que hayamos llegado al 1 de mayo de 2024 con un sueldo mínimo y una pensión de 130 bolívares al mes, menos de cuatro dólares mensuales. Nunca en la historia tuvimos un Gobierno que despreciara tanto el valor del trabajo», escribió el opositor.
A su juicio, el país «merece un gobierno que apoye al trabajador» y que «promueva la creación de empleos estables que le permita tener un ingreso digno a la familia venezolana».
En este sentido, reiteró la invitación a votar en las presidenciales por el exembajador Edmundo González Urrutia, candidato de la principal coalición antichavista, la Plataforma Unitaria Democrática (PUD), para que «exista un verdadero cambio en el país».
Por su parte, el exgobernador Andrés Velásquez afirmó, también en X, que las movilizaciones de trabajadores convocadas para este miércoles estarán enfocadas, principalmente, en «la necesidad de un cambio político».
Opositores critican política hambreadora del gobierno
«(Los trabajadores) están muy claros que si no le ponemos fin a este régimen y sacamos a Maduro, no recuperaremos los derechos laborales», expresó.
Varias organizaciones sindicales convocaron para hoy a una protesta nacional contra la «política hambreadora del Gobierno» y para exigir un aumento del salario mínimo, base del resto de remuneraciones en el sector público.
Desde marzo de 2022, el salario mínimo y la pensión se mantienen en 130 bolívares al mes que, en ese entonces, al cambio oficial, eran unos 30 dólares, lo que significa que se han reducido un 88 % en su equivalente en la divisa estadounidense, usada como referencia para fijar precios en Venezuela.
Los sindicatos exigen un aumento del salario mínimo del 5.614%, hasta los 200 dólares al mes, un monto «inicial de arranque de una política salarial que le devuelva al trabajo su valor».
Entretanto, los empleados simpatizantes del chavismo tienen previsto marchar en Caracas hasta el palacio presidencial de Miraflores, donde se espera que los reciba el jefe de Estado, quien el pasado mes aseguró que las sanciones de Estados Unidos tienen el objetivo de afectar los ingresos de la nación para que no se pueda «mejorar los ingresos de los trabajadores».