La oposición venezolana lamentó este domingo la muerte del arzobispo emérito de Sudáfrica Desmond Tutu, Nobel de la Paz de 1984 por su activismo contra la brutal opresión racista del apartheid, destacando que su «legado quedará para siempre».
«Que descanse en paz, su legado quedará para siempre en la humanidad». Así lo escribió Henrique Capriles, dos veces candidato presidencial, en su cuenta de Twitter.
Asimismo, el opositor Humberto Prado, nombrado comisionado para los derechos humanos de Juan Guaidó, lamentó el fallecimiento de Tutu. Añadió que la trayectoria del arzobispo estuvo marcada por «una constante lucha de los derechos humanos».
Prado indicó que esta postura llevó a Tutu a «desmarcarse en numerosas ocasiones de la jerarquía eclesiástica para defender abiertamente posiciones como los derechos de los homosexuales o la eutanasia».
La opositora Delsa Solórzano destacó en la misma red social que falleció un «gran hombre, ejemplo para millones».
«Lloramos su partida y reiteramos la fuerza de su legado con sus sabias palabras: ‘Si eres neutral en situaciones de injusticia, has elegido el bando del opresor’, Desmond Tutu, descansa en paz», añadió.
Más mensajes de la oposición venezolana
El diputado opositor de la Asamblea Nacional Luis Eduardo Martínez indicó, en su cuenta de Twitter, que espera que el próximo año en Venezuela se tengan presente las enseñanzas de Tutu, «que el diálogo sea el garante de la paz».
El gobierno sudafricano y la Iglesia anglicana de ese país confirmaron la noticia del fallecimiento de Desmond Tutu este domingo.
«La muerte del arzobispo emérito Desmond Tutu es otro capítulo de pérdida en el adiós de nuestra nación a una generación de destacados sudafricanos que nos legaron una Sudáfrica liberada», lamentó en el comunicado gubernamental el presidente del país, Cyril Ramaphosa.
Por su incansable lucha y por ser «la voz de los que no tienen voz» (como le describía Mandela), Tutu recibió el Premio Nobel de la Paz en 1984, dos años antes de convertirse en el primer pastor negro a cargo del Arzobispado Anglicano de Ciudad del Cabo (suroeste).
Desmantelado el apartheid y con Sudáfrica en democracia, el ya presidente Mandela le encargó la difícil tarea de encabezar la Comisión de la Verdad y Reconciliación. Este organismo se encargó de sacar a la luz las atrocidades cometidas durante el apartheid.
En 1997, recién jubilado como líder de la Iglesia anglicana sudafricana, se le había diagnosticado un cáncer de próstata. Por este motivo se sometió a tratamiento, pero en los años posteriores sufriría varias recaídas y otros problemas médicos.
Desde 2010 se había mantenido alejado de la vida pública debido a su avanzada edad y a su mala salud.