La estrategia del chavismo de cambiar repentinamente los rectores del Consejo Nacional Electoral obstaculiza seriamente el desarrollo de la primaria, proceso en el que la oposición debe escoger su candidato para las presidenciales del año próximo. Analistas y expertos dijeron a El Nacional que están seguros de que el gobierno de Nicolás Maduro, como es costumbre, seguirá en su intento de llevar a los votantes a un punto en el que ya habían estado antes: el desánimo.
Los sectores democráticos están ahora en un escenario más difícil que el anterior, cuando se gestionaba el apoyo técnico y logístico por parte del CNE pese a las dudas y las críticas que generaba en la población y en sectores políticos, opinó el economista y político Andrés Caleca, exrector del ente electoral y también candidato a la primaria.
Afirmó que la autogestión resulta mucho más compleja porque la capacidad de organización está reducida y el financiamiento para desarrollar el proceso es mínimo. Dos preocupaciones que también comparten el periodista Alejandro Armas Díaz y el politólogo Enderson Sequera.
“Sé, por mi experiencia como expresidente del Consejo Nacional Electoral, que una cosa es utilizar los centros de votación y las mesas electorales que dispondría el CNE y otra es la necesidad que tiene ahora la Comisión de Primaria de abrir centros y de instalar mesas electorales en todo el país”, dijo Caleca.
La participación, “el problema más importante”
La clave está en la posibilidad de que se abarque la mayor cantidad de espacios para que las personas, en cualquier parte del país, voten. Caleca enfatizó en que a nadie le interesa la participación de 200.000 votantes porque la razón por la que se irá a la primaria y no a un consenso -que hubiera sido lógico en otras circunstancias- es que los ciudadanos legitimen al candidato que resulte electo.
“La participación, ese es el problema más importante. Desde el punto de vista cualitativo y cuantitativo. Porque las encuestas recientes señalan que la intención de participar estaba llegando a 20%, algo muy parecido a lo que dicen las encuestas que suman el apoyo a los partidos de la oposición (20%). Parece que estábamos llegando a ese nivel, que son 4 millones de personas. Eso hubiera sido una primaria exitosísima”, afirmó.
Alejandro Armas Díaz, egresado de la Universidad Católica Andrés Bello y con magíster en Ciencia Política de la Universidad de Columbia, también plantea dudas en cuanto a la capacidad de la oposición para llevar a cabo la elección interna por cuenta propia, pero no precisamente por el aspecto técnico, sino por los recursos económicos.
Jesús María Casal debió anunciar un proceso autogestionado tras la renuncia de rectores del CNE | Foto: Federico Parra / AFP
El analista señaló que se debe cubrir toda Venezuela y, además, a la diáspora. No está claro si la oposición contará con el apoyo de los aliados internacionales, que quedó en entredicho tras la extinción del llamado gobierno interino de Juan Guaidó.
Credibilidad y legitimidad
Enderson Sequera, director estratégico de la consultora Politiks, explicó que además del financiamiento y de una logística que debe garantizar que se expresen los ciudadanos de todos los municipios del país y no solo en las capitales de los estados, están la credibilidad, la legitimidad y la persecución.
“El principal reto de la primaria es lograr resultados aceptados y respetados por todos los actores. Si la elección no logra una cobertura nacional con los centros de votación, aumenta el riesgo de candidatos que no reconozcan los resultados y se profundice la fragmentación y división en el seno de la oposición”, señaló.
¿Evitar el “desastre”?
Caleca afirmó que se puede evitar el desastre que el chavismo anhela y promueve que ocurra el 22 de octubre, así como el fracaso de que participe un número inferior de votantes, un hecho que agravaría el problema de la unidad en la oposición.
El experto señaló que, como máximo, se necesitarían alrededor de 9.000 mesas en todo el país, que deberán estar ubicadas en zonas que faciliten la asistencia. “No basta que tú abras -por ejemplo- mesas electorales en Chacao, Baruta y El Hatillo, ¿qué pasa en Petare, Catia, Caricuao, Antímano?”.
Mencionó otros obstáculos que podrían presentarse el día de la primaria y que tendrían incidencia en el evento. En primer lugar señaló la escasez de gasolina en Venezuela que se prolongaría por varios meses, limitando así la movilización de los ciudadanos, como ya ha ocurrido en eventos electorales previos.
“En un país paralizado, ¿quién se trasladará lejos de su casa para votar?”, preguntó.
Asedio y agresiones del chavismo
Caleca y Sequera señalaron asimismo el asedio y las agresiones por parte del chavismo que podrían sufrir los voluntarios que trabajarán el 22 de octubre en el proceso.
“Tendrían que vérselas con los colectivos y con el chavismo, sin ninguna protección ni garantía; ciudadanos que estarán en una mesa posiblemente 10 horas y que tendrán que hacer el escrutinio manual, que es un tema, todo eso bajo la amenaza del gobierno; contra ese enemigo estamos enfrentados”, manifestó Caleca.
Diosdado Cabello, primer vicepresidente del partido socialista, está seguro de que la primaria terminará en desastre y que se profundizará la división en la oposición | Foto: EFE/ Miguel Gutiérrez
“Uno de los principales riesgos que enfrenta la primaria es la persecución del sistema autoritario chavista. Queda claro que es un proceso vulnerable. Aún es pronto para afirmar si la comisión tiene la capacidad de organizar tal empresa logística y llevar a buen puerto la elección”, añadió Sequera.
Armas dijo que también pueden ocurrir problemas de logística y que, ante una eventual participación masiva, podría no haber la cantidad de mesas necesarias para atender la contingencia. “Tal vez pueda ser caótico y hay que tener cuidado si se hará esto por la vía manual o por los sistemas mixtos de voto manual y digitalizado, porque ya vimos lo que ocurrió en el primer intento de elecciones en la UCV, que fue un desastre”, advirtió.
“Un punto de inflexión”
Sequera, egresado de la Universidad de Carabobo, expresó que se debe prestar especial atención a cómo se resolverá el asunto de los centros de votación y cómo será la cobertura nacional. Esto, afirmó, puede ser un punto de inflexión que lleve al retiro de algunos candidatos y que además amenace la continuidad del proceso.
Dijo que algunos factores políticos de la Plataforma Unitaria inicialmente apostaban por la primaria con la creencia de que “impondrían sus maquinarias electorales”, pero, al no verse favorecidos en intención de voto por las encuestas, han perdido el interés en la primaria y “aprovecharán cualquier oportunidad para boicotearla y tratar de imponer el consenso”.
Hasta la fecha solo el empresario Benjamín Rausseo ha anunciado que no participará en la primaria, después de haber hecho campaña en algunos estados del país y de hablar de la unidad en la oposición. En un corto comunicado difundido el jueves 22 de junio, su equipo de campaña informó que se postulará como candidato independiente a la presidencial.
¿Esperar por el nuevo CNE?
Según el chavismo, en menos de dos meses se conocerán los elegibles al cargo de rector del Consejo Nacional Electoral, pero eso es incierto.
Caleca afirmó que la Comisión de Primaria no puede esperar porque no hay certeza de que realmente se cumplirán los plazos o si finalmente el gobierno acordará nombrar a las nuevas autoridades electorales a su conveniencia para dificultar la unidad, con violencia y amenazas.
Actualmente la oposición está en lo que sería su plan B: la primaria autogestionada.
El político, aunque reconoció que tiene grandes preguntas, dijo que confía en que la comisión, los candidatos y los partidos actuarán con madurez porque el gobierno solo pretende que se abandone la ruta electoral y que se crea que la elección interna es imposible.
Los rectores chavistas del CNE renunciaron a sus cargos, sorpresivamente, después de meses de conversaciones con la Comisión Nacional de Primaria | Federico Parra / AFP
Armas expuso asimismo que el escenario más positivo es que el nombramiento del nuevo CNE se negocie en México, pero reconoció que es improbable porque el oficialismo no ha dado señales de estar dispuesto a avanzar hacia unas elecciones limpias y justas.
Seguramente, dijo, designará a unas autoridades electorales “tan sometidas” como las salientes o más y, de ser así, la oposición deberá considerar que las condiciones no han mejorado y que es muy probable que ocurran las irregularidades de costumbre.
“Es probable que veamos inhabilitaciones, que se inhabilite el candidato ganador de la primaria, si no es una persona que ya está inhabilitada, como es el caso de Capriles. La oposición, entonces, debe asumir que irá a unas elecciones en un contexto para nada democrático y que tiene que estar preparada para afrontar vicios y, sobre todo, la posibilidad de que el chavismo desconozca un resultado desfavorable”, planteó.
Sin pisar peines y responder con fuerza
El exrector electoral recomendó no caer ni pisar los peines del chavismo y que la dirigencia responda cada provocación con fuerza y voluntad. Recordó que personeros del chavismo, como el político Luis Ratti, incluso han amenazado con ilegalizar la primaria, y subrayó que hay recursos en el Tribunal Supremo de Justicia y existen amenazas directas contra el proceso y los candidatos.
¿Qué pasará, preguntó el exrector, si después de que se haga la primaria el TSJ dice que el candidato está inhabilitado? Y Sequera señaló que la posibilidad de que el máximo tribunal del país actúe “es una espada de Damocles” para la primaria.
El periodista y el politólogo, al igual que Caleca, creen que la oposición debe manejar alternativas para responder en caso de que se presenten esos escenarios.
Primaria, “la única vía”
Sequera reconoció que la primaria, aunque está plagada de dificultades, es la única vía que le permitiría a la oposición volver a despertar la expectativa de cambio, movilizarse y tener una oportunidad de triunfo en los comicios del próximo año.
“Es previsible que el gobierno autoritario de Maduro pondrá obstáculos porque no le conviene un liderazgo de la oposición legitimado en primarias. Es más sencillo construir confianza en un proceso de la ciudadanía que en una elección tutelada por el CNE, el Ministerio de Elecciones del chavismo”, manifestó.
El candidato Andrés Caleca cree que la escasez de gasolina será un obstáculo para la movilización de las personas el 22 de octubre, por lo que le parece necesario que los centros de votación sean de fácil acceso | EFE/ Henry Chirinos
El politólogo dijo que a la dirigencia le corresponde convertir el proceso en una gesta ciudadana, sorteando las dificultades logísticas, que vuelva a despertar el entusiasmo. Y estima que los principales retos del proceso pasarán por cómo resolver la eventual inhabilitación al candidato ganador y la persecución y represión del chavismo.
Reunión urgente de candidatos
Caleca aseguró que el secreto del triunfo en el estado Barinas fue que la oposición no cayó en el juego del chavismo y respondió cada una de las maniobras del régimen. Por eso, anunció que después de que se oficialicen las candidaturas promoverá una reunión urgente de candidatos para analizar los escenarios que se pueden presentar en los próximos meses.
“¿Qué respuesta debemos tener, en conjunto y en unidad, con las inhabilitaciones, las agresiones, la imposibilidad de llevar adelante satisfactoriamente el proceso? Todo lo que se nos pueda venir por delante. Para eso se requiere una unidad muy férrea, pero también mucha madurez y temple político”, expresó.
Admitió, sin embargo, que lo que más le preocupa es la imposibilidad de que los venezolanos voten, aunque quieran hacerlo.
“El gobierno está jugando con la paralización del país. ¿Cómo puedes atenuar eso? Porque la gente puede enardecerse como pasó en Barinas y frente a los atropellos decir que sí votará, pero hay imposibilidades materiales reales. Si estás en un pueblo y la mesa más cercana queda a 20 kilómetros sin transporte, no hay manera de que votes. Esos son los obstáculos que tenemos que vencer”, enfatizó el exrector electoral.
Armas destacó asimismo que lo mínimo que puede tener la oposición es unidad para desarrollar un plan mínimo común que les permita enfrentar situaciones adversas porque, de lo contrario, el chavismo tendrá “en bandeja de plata” la presidencial.
Y si no se logra la unidad en torno a las fuerzas políticas opositoras, reflexionó Caleca, no se convencerá a 60% de los venezolanos que no apoya al chavismo ni a la oposición ni será posible derrotar a Maduro. “Tenemos que estar unidos, nos están viendo y lo que más ven es nuestra desunión”, afirmó.
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