Representantes de la oposición y funcionarios de los Departamentos de Estado y del Tesoro de Estados Unidos estarían discutiendo propuestas para un fondo que podría liberar más de 3.000 millones de dólares para brindar ayuda humanitaria a Venezuela a través de Naciones Unidas. Así lo revelaron a Reuters nueve personas cercanas a las conversaciones.
La problemática con los migrantes venezolanos en la frontera entre Estados Unidos y México, así como la posibilidad de revivir el diálogo político en Venezuela es en parte lo que estaría abriendo la posibilidad de descongelar los fondos retenidos en bancos extranjeros.
Aunque Washington ha proporcionado 1.940 millones de dólares en ayuda humanitaria a Venezuela y a las naciones que albergan a venezolanos desde 2017, el dinero ha hecho poco para frenar la migración de más de 6 millones de venezolanos que huyen del país.
Los funcionarios estadounidenses han argumentado que el fondo de ayuda podría evitar que los venezolanos huyan al mejorar las condiciones de vida a través de un mejor acceso a alimentos, medicinas y atención médica, y al financiar proyectos de infraestructura para reparar la inestable red eléctrica de Venezuela, dijeron las fuentes.
Varias de las personas consultadas por Reuters señalaron que Naciones Unidas redactó una primera propuesta para supervisar el fondo a mediados de octubre. Desde entonces, funcionarios estadounidenses y líderes de la oposición recurrieron a bancos de desarrollo internacionales y expertos para estudiar propuestas.
Si bien la mayoría de los detalles son inciertos, el fondo podría divulgarse públicamente una vez que representantes del gobierno de Nicolás Maduro y la oposición venezolana avancen en retomar el diálogo México.
Enviados de la oposición discutieron el paquete de ayuda con funcionarios estadounidenses durante sus reuniones la semana pasada en Washington, mientras que también se estarían dando acercamientos con el gobierno de Maduro, de acuerdo con las fuentes.
La posibilidad de que el dinero venezolano fluya nuevamente para importaciones e inversiones está llamando la atención de los acreedores y tenedores de deuda venezolana, entres los que estaría el Banco Interamericano de Desarrollo y el Banco de Desarrollo de América Latina, que ayudaron a manejar fondos o contribuyeron a proyectos clave de ayuda en otras naciones.
Sin embargo, este fondo podría enfrentar la oposición de algunos partidarios de la línea dura en el Congreso de los Estados Unidos que apoyan la presión continua sobre Maduro. También tiene a algunos partidos de la oposición de Venezuela preocupados por el impacto político de la liberación de fondos, por los que Maduro podría atribuirse el crédito antes de una posible elección presidencial de 2024.