El Movimiento Vinotinto registró 49 casos de esclavitud moderna en 3 estados de Venezuela, con mayor prominencia en las zonas fronterizas con Colombia. Manuel Virgüez, coordinador de la organización, señaló que 28 de ellos se detectaron en Táchira; 10 en Zulia y 11 en Lara.
La ONG se guio por los criterios de la Organización Internacional del Trabajo para detectar estas situaciones de explotación laboral, reseñó el medio colombiano La Opinión. Para determinarlo, se evalúan 11 indicadores que permiten determinar si una persona está bajo trabajo forzoso.
Se consideran, entonces, el abuso de la vulnerabilidad, el engaño, la restricción de movimiento, el aislamiento, la violencia física y sexual. Además de la intimidación, la amenaza, la retención de documentos de identidad, la retención de salarios y las condiciones de trabajo fijo.
Intimidación y amenaza
Virgüez explicó que en 17% de los casos las personas están bajo engaño y que en 100% de ellos están presentes el abuso de la vulnerabilidad, la intimidación y la amenaza por la condición social, estatus migratorio y otros factores de las víctimas.
Indicó que de los 49 casos documentados, 25 personas trabajaban de 8 a 10 horas diarias; 19 de 10 a 14 horas diarias y 5 más de 15 horas diarias. Estos últimos localizados en el estado Táchira, donde hay mayor tendencia hacia la explotación laboral.
El abogado y defensor de los derechos humanos dijo que 40 de los ciudadanos hallados bajo esas condiciones son hombres (82%), mientras que 9 son mujeres (18%).
Los oficios comunes son trocheros, mulas, carretilleros, maleteros, choferes de grupos irregulares que operan en las zonas fronterizas, cobradores en las trochas y rastrilleros en cultivos ilegales o de café.
En el caso específico de Zulia están los recolectores de sal, a quienes les pagan apenas 0.5 centavos de dólar por 50 kilos de sal. Además, están los artesanos, quienes cobran 5.000 pesos por día, pero sus artesanías son vendidas a un costo más elevado; y las mujeres que trabajan como cocineras a cambio de comida.
Las personas en situación de esclavitud moderna tienen una edad comprendida de los 12 a los 75 años. Pero los adultos (de entre 25 y 60 años de edad) sufren más la explotación.